'Nunca se pensó en un barril a 50 dólares'
Este experto admite que la escalada del petróleo ha sido una sorpresa para todos, aunque quita hierro a los efectos negativos de la subida.
El precio del petróleo bate récord cada día. Es algo con lo que los analistas no contaban. Así lo reconoce Tim Harris, estratega jefe de renta variable para la banca privada de JP Morgan en Europa, Oriente Próximo y África desde agosto de 2003. Graduado en Matemáticas por la Universidad de Oxford, Harris trabajó antes como analista de renta variable para UBS y el Nomura Research Institute. El experto británico señala que el precio del petróleo es hoy 'la mayor amenaza' para los resultados empresariales, pero confía en que la mejor eficiencia energética de los países desarrollados amortigüe la fortaleza del crudo.
Pregunta ¿Ha llegado el momento de decir adiós a los dos dígitos en el crecimiento de beneficios?
Respuesta Probablemente sí. Que los beneficios crezcan a doble dígito a partir de ahora va a ser muy difícil. De hecho, el consenso sobre los beneficios del S&P es de 72 dólares por acción en 2005, frente a los 66 dólares de este año. Según se acercan los resultados del tercer trimestre, vemos que la relación entre empeoramientos y mejoras de resultados es de dos contra uno. Esto significa que los resultados empresariales ya han pasado su mejor momento y se están dando la vuelta.
P ¿Qué sectores están en condiciones, entonces, de batir al mercado?
R El petrolero es obviamente el sector clave, representa el 12% de la capitalización del mercado europeo. Cualquiera podría pensar en infraponderar el sector, asumiendo que el barril bajará y que podría 'normalizarse' en 35 dólares. Pero es fácil equivocarse, nadie podía imaginar que el petróleo llegaría a 50 dólares. Así que seguiremos especialmente a empresas con capacidad de producción, como BP o Total. Otros sectores interesantes son el de la minería, valores como BHP, Río Tinto o AngloAmerican lo van a hacer realmente bien, y farmacéuticas como GlaxoSmithKline. Aunque todo dependerá, claro, del impacto del petróleo en los inversores.
P Pero, hasta ahora, las Bolsas han aguantado bastante bien, dado que el petróleo ha subido más de un 50% en doce meses.
R Yo diría que sí y que no, al mismo tiempo. Si las Bolsas han aguantado es por dos razones. Una, que en términos reales, el precio del barril no es tan extremo como en la crisis de los setenta y, la segunda, gracias a la mejor eficiencia energética de las economías desarrolladas. Es decir que sí, el petróleo está caro, pero no hay ninguna crisis, el mundo no va hacia un parón a causa del petróleo. Pero, en cualquier caso, ha sido un error el que no imagináramos que el petróleo podía llegar a 50 dólares. La subida del crudo es, probablemente, la mayor amenaza que hay en estos momentos para unos resultados empresariales positivos.
P Ustedes anticipan una 'normalización' de la política monetaria de la Reserva Federal, ¿qué nivel de tipos implica eso?
R Nuestra expectativa es que la Fed suba tipos hasta el 3,5% o el 4%, aunque no espero que suba los tipos en cada reunión. En el mercado, las expectativas son más bajas, anticipando un crecimiento más suave.
La dudosa prudencia fiscal de Bush
Wall Street apuesta por Bush en las elecciones presidenciales que se celebrarán en EE UU, el próximo 2 de noviembre. Así lo reconoce Tim Harris. 'Los mercados están descontando una victoria del presidente Bush, mientras que al candidato demócrata, John Kerry, se le acaba el tiempo'. El experto de JP Morgan apunta que uno de los problemas de Kerry puede ser su firme compromiso de atajar el déficit público. 'Una lección que aprendieron los socialistas en Reino Unido en 1992 es que la forma más rápida de perder unas elecciones es amenazar a la gente con subir los impuestos', apunta Harris. 'Yo no diría que Bush tiene prudencia fiscal', señala, 'pero ha elaborado un discurso bastante aceptable para los mercados', basado en la creencia de que los déficit se resolverán por sí solos.'Si me preguntaran qué creo que es una amenaza para la economía global a largo plazo, diría que el doble déficit de EE UU', afirma el economista británico. 'Hasta ahora, los bancos asiáticos han financiado el déficit público estadounidense, pero no creo que esa fórmula dure para siempre'.