_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El objetivo es la verdad

El juego de las predicciones es inestable. ¿Quién podía saber hace 20 años que el mundo estaba al borde de una revolución global? Si la locomotora, el automóvil y el avión redujeron el mundo, y el telégrafo, la radio y la televisión lo conectaron, esta última revolución -internet, los móviles y el email- completó el trabajo.

Veinte años atrás, Racal Electronics, hoy Vodafone, ganó una licencia para un ancho de banda radial que los consumidores finales podían utilizar, mezclando voz y datos. Términos como sistemas de control de acceso total nunca habían sido utilizados como sinónimo de revolución. Pero esta tecnología ha marcado uno de los más espectaculares avances de esta era.

Vodafone es hoy la mayor compañía de telefonía móvil del mundo. Los avances en la tecnología móvil continúan sin detenerse. La audacia de Hutchison en tomar la delantera de la tercera generación (3G) ha conducido a otro adelanto significativo y creado un producto que incluso Racal, a comienzos de los ochenta, no podía imaginar. Asistimos al comienzo de lo que es posible.

Hace 20 años no existían los blogs, blackberries o la banda ancha. Los móviles y los emails estaban reservados al dominio de ingenieros y fanáticos de la tecnología. Todo esto ha cambiado y hoy observamos que la revolución tecnológica alcanza una masa crítica. ¿Pero, hacia dónde nos conduce? ¿La revolución se está saliendo de su cauce?

Estamos lejos de ello. Hemos ingresado en la segunda fase de la revolución de las tecnologías de la información. La primera fase nos ofreció Netscape, Globe.com, Napster y Boo.com. La segunda ha demostrado quiénes son los verdaderos ganadores: Yahoo, Ebay, Amazon y Google.

Las tecnologías digitales están teniendo un impacto muy importante en el periodismo y la confianza se está convirtiendo en el asunto central. Es más fácil que nunca convertirse en proveedor de noticias, pero es mucho más difícil lograr credibilidad como proveedor de noticias fidedigno. No hace falta más que mirar los escándalos recientes que convulsionaron a grandes empresas del periodismo como la BBC o The New York Times para ver cómo cien años de periodismo veraz pueden verse amenazados por unos pocos reporteros sin escrúpulos.

Internet ha hecho más fácil a los aspirantes a periodistas rastrear información y reempaquetar noticias. Existe una cantidad infinita de información que permite cortar y pegar historias sobre una guerra sin salir de la redacción. Es fácil crear noticias a través de una encuesta en la web consultando si Lady Diana fue asesinada o si Osama Bin Laden constituye un trabajo de ficción de la CIA. La tecnología ha hecho avanzar al periodismo, pero también es una amenaza.

Los consumidores inteligentes desean leer relatos de testigos y análisis de expertos. Esto es lo que ha llevado al incremento de las entradas a nuestro sitio web durante los momentos de conflicto. La gente desea saber la verdad.

Sin embargo, no todos los lectores quieren noticias libres de una agenda política. El éxito de Fox News en Estados Unidos prueba que algunas audiencias prefieren apoyar al equipo local. De esta manera encuentro poco sorprendente que en una visita reciente al Pentágono todos los televisores estuviesen sintonizados en la Fox.

Para ser fiel a su tradición de 153 años, nuestra compañía ha tenido que seguir un camino diferente. La independencia, la imparcialidad, la velocidad y la exactitud, profundamente arraigadas en nuestra cultura, nos han permitido alcanzar audiencias unidas por sus valores e intereses, más allá de las fronteras, de una manera imposible para los medios tradicionales.

La velocidad es importante y el contexto ordena. Será cada vez más importante distribuir información precisa en el formato adecuado. Creo que la distribución de las noticias estará cada vez más adaptada al consumidor final. Las compañías de medios necesitan proporcionar contenidos a medida y la próxima década estará orientada a un consumidor segmentado con un servicio cada vez más personalizado.

La mensajería instantánea será tan habitual como el acceso a internet. Por ejemplo, Reuters Messaging tiene actualmente más de 60.000 usuarios en 2.000 compañías en casi 10 países.

La próxima década dejará de lado las nociones de ciudadanía y frontera. El mundo está evolucionando hacia comunidades específicas, con miles de kilómetros de distancia, que tienen más en común entre sí que con sus vecinos más cercanos. Nuestro trabajo será el de vincular a estas comunidades estén donde estén.

Entonces, ¿dónde estaremos en diez años? Nuestros valores serán los mismos. Pero nuestras tecnologías serán personalizadas y nuestros mercados habrán crecido. Por encima de todo continuaremos esforzándonos por responder a la confianza de nuestros clientes.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_