El Ibex cae el 0,46% en la semana
La Bolsa parece decidida a resistir sin inmutarse ante las acometidas de los tipos de interés -subieron el último día de junio-, de los resultados empresariales -estas semanas son las más densas en la publicación de las cuentas- o de datos económicos, como el IPC estadounidense conocido ayer.
La Bolsa parece decidida a resistir sin inmutarse ante las acometidas de los tipos de interés -subieron el último día de junio-, de los resultados empresariales -estas semanas son las más densas en la publicación de las cuentas- o de datos económicos, como el IPC estadounidense conocido ayer.
La cifra mostró el menor crecimiento en los precios del año -0,3 décimas-, lo que teóricamente ahuyenta los fantasmas de alzas de tipos. También se publicó el dato de confianza del consumidor, algo por debajo de lo esperado. El Ibex apenas reaccionó, y sólo subió el 0,35%, tras una sesión que teóricamente debería haber sido agitada a causa del vencimiento de opciones y futuros. Pero ni así se mueve el mercado, que en la semana cedió un 0,46%.
A pesar de la resistencia que muestra el mercado, reflejada sobre todo en el sostén de los 8.000 puntos, el tono de éste es más negativo que positivo. Los analistas señalan que, si bien en otras ocasiones los inversores esperan cualquier noticia mínimamente positiva para comprar, ahora el perfil que adoptan ante las novedades en cualquiera de los distintos planos es, por lo general, bajista. Sin datos que llevarse a la boca, se han enfriado las perspectivas económicas, y los buenos resultados empresariales no se cotizan.
Ahora bien, los inversores tampoco están ansiosos por vender. En la situación actual, habría sido de esperar una corrección digna de tal nombre ante las cuentas que publicaron Intel o Nokia. Pero no ha sido así. La Bolsa ha mostrado cuajo ante estas noticias.
La situación probablemente tenga que ver con el alza de tipos, un hecho que el mercado cree tener asumido pero que pesa demasiado en el subconsciente de los potenciales compradores. La puerta de salida de esta situación estará, según los expertos con visión de medio plazo, más hacia abajo que hacia arriba. Una vez rota la situación de indefinición actual, los analistas consideran que el mercado podría registrar avances significativos.
Probitas, piedra de toque
Tanto apretaron los accionistas-colocadores de Probitas que terminaron por romper la operación. La empresa de hemoderivados -palabra que jamás habían oído los bolsistas y que, probablemente, volverán a tardar en oír- tuvo que cancelar la salida a Bolsa ante la negativa de los fondos extranjeros a comprar títulos. Quisieron colocar las acciones en tres euros y desde los despachos de Boston, Londres y Francfort les dijeron que nones.No es de extrañar, a juzgar por el comportamiento del mercado en los últimos meses. Pasado el rebote -que se originó en precios extraordinariamente bajos-, el inversor se ha vuelto extremadamente celoso de los precios altos. Le permite algún pecadillo a la renta variable estadounidense, pero a la europea no. Un PER de 13 o 15 veces se considera justito con la información disponible en estos momentos. Probitas no sabía o no quería darse por enterada. Y quiso salir a Bolsa a PER de 30 veces.