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Crónica de Manhattan

Reagan, el inspirador

El 60 aniversario del histórico desembarco de Normandía pasó este fin de semana a segundo plano en EE UU después de que el sábado se comunicara oficialmente la muerte de Ronald Reagan a los 93 años. Las banderas se bajaron a media asta para honrar la memoria del 40 presidente del país, que vivió al menos la última década de su vida aquejado de la enfermedad de Alzheimer.

EE UU despide a un líder muy controvertido que puso sus dotes de gran comunicador y manejo del escenario televisivo (aprendidos durante su mediocre carrera de actor) al servicio de la transformación y cohesión del Partido Republicano. Reagan sentó las bases de buena parte del actual debate político e inspiró a su país hablando 'de un nuevo amanecer en América'.

Aunque es pronto para el examen de la historia sobre su presidencia (1981-1988), amigos, colaboradores, detractores, fieles y cronistas han empezado ya a darle forma. La primera conclusión es que, discutido o no, Reagan ha sido uno de los personajes más influyentes del país durante el siglo XX.

Durante su mandato la Unión Soviética comenzó su colapso y con él, el fin de la guerra fría. Reagan ganó la reputación entre sus defensores de ser decisivo en este momento histórico. Sus críticos creen que la clave fue la política de contención durante 45 años. Más controvertido fue el apoyo a la contra nicaragüense con fondos obtenidos de la venta de armas a Irán.

En el capítulo económico su programa llegó a ser conocido como el reaganomics. Su base teórica descansa en la hipótesis de que menores impuestos animan el crecimiento económico, lo que a su vez genera más ingresos. Reagan fue el apóstol de la desregulación y de un menor papel del gobierno. 'El Gobierno no es la solución sino el problema', decía.

¿El resultado de esta política? Según sus seguidores, Reagan sentó las bases de la expansión económica de los noventa. Para la izquierda, fue el responsable de los mayores déficit de la historia (sobre todo por el fuerte gasto en armamento), del aumento de la deuda y del número de americanos que vivían por debajo del nivel de pobreza además de la desprotección social.

Sin embargo, todo ello fue aceptado por el Congreso y los electores a quien convenció hablando de un futuro prometedor. Pese a las críticas, EE UU volvió a votar republicano incluso después de que se retirara.

Repasando su presidencia, es fácil saber por qué el actual presidente George W. Bush es considerado su heredero político. Hasta en los detalles de estilo, Bush es el gran continuador de Reagan aunque sus dotes de comunicación no lleguen tan lejos. La inspiración de Reagan cristalizó en la actual Casa Blanca.

Bush ha abrazado el fallido reaganomics y lo ha llevado donde su creador no pudo. El actual presidente ha hecho el mayor recorte de impuestos de la historia y ha vuelto a sumir al país en un fuerte déficit.

Bush sigue hablando ahora de recortar más impuestos y comienza a dibujar un panorama de recortes de gastos sociales para su segundo mandato mientras gana peso la posibilidad de que se privatice la Seguridad Social.

No falta quien recuerda que bajo el eufemismo de 'ampliación de ingresos', Reagan se enmendó la plana, y subió los impuestos, algo que su sucesor, George H. W. Bush, continuó hasta llevarle a la derrota.

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