Le toca el turno a Trichet
Esta primera semana de mayo está siendo protagonizada por las grandes citas y por los discursos de grandes financieros, esos que dicen muchas veces entre líneas más de lo que parece a primera vista. Primero fue Warren Buffett, el millonario estadounidense capaz de convocar a miles de personas ávidas de conocer dónde coloca su dinero el presidente de Berkshire Hathaway.
Le tocó luego el turno a Alan Greenspan, tras la reunión del Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal Estadounidense, que debía decidir el martes una subida de tipos de interés. La Reserva Federal optó por no elevar de momento el precio del dinero, pero Greenspan suprimió de su discurso la palabra 'paciencia' que había utilizado en ocasiones anteriores. Que Greenspan pierda la paciencia significa que es más que probable que en la próxima reunión la Fed opte por una subida de tipos, la primera desde el enero de 2001.
Finalmente, hoy le toca el turno a Jean-Claude Trichet, tras la reunión que mantendrá el Banco Central Europeo para evaluar la marcha de la economía de la eurozona y tomar una decisión sobre los tipos de interés, ahora en el 2%.
Mucho se ha hablado en los últimos tiempos de la posibilidad de que el BCE decida un descenso más en el precio del dinero, ante la debilidad que todavía muestra la economía de la región. Sin embargo, son pocos los que creen de verdad en esta posibilidad. Una encuesta de la agencia Bloomberg entre 34 casas de inversión arroja un resultado poco dado a interpretaciones: las 34 casas opinan que el BCE mantendrá los tipos sin cambios. Merrill Lynch, en un informe reciente, se suma a esta opinión y apuesta por que el siguiente movimiento, no antes del segundo trimestre de 2005, será al alza y no a la baja.
El banco de inversión apoya esta apuesta en el carácter cíclico de la economía europea, y en el riesgo de que el BCE se pille los dedos si se disparan los datos macroeconómicos estadounidenses. Los analistas de Merrill añaden, además, que la economía europea no está tan mal y que Trichet debería realizar un discurso en el que apoyara los tipos actuales como estimulantes económicos.
Diga lo que diga Trichet este mediodía, lo cierto es que el mercado estará muy pendiente de sus palabras, de sus omisiones y de los adjetivos que utilice.