Almunia advierte a seis nuevos socios de la UE de sus excesos fiscales
Polonia y otros cinco países de los 10 que ingresaron en la Unión Europea el pasado 1 de mayo probarán en las próximas semanas la amarga medicina del Pacto de Estabilidad. El comisario de Economía, Joaquín Almunia, expedientará el día 12 a los nuevos socios cuyo déficit público superó en 2003 el 3% del PIB. Bruselas ofrecerá, no obstante, una tregua indefinida para que corrijan esa desviación.
'Sería una gran equivocación no aplicar el Tratado desde el primer momento', afirmó ayer Almunia durante un encuentro con la prensa española. 'Así ganamos tiempo y quienes venimos de países que vivieron un proceso de convergencia, debemos animarles para que hagan cuanto antes un esfuerzo que no es baldío'.
Los 10 nuevos socios tienen de plazo hasta el próximo 15 de mayo para presentar los planes de convergencia previstos en el Pacto de Estabilidad, una obligación que mientras no se incorporen a la unión monetaria compartirán anualmente con los tres miembros que no forman parte del euro (Reino Unido, Suecia y Dinamarca). Seis de ellos, Polonia (con un déficit del 4,1%), Hungría (5,9%), República Checa (12,9%), Eslovaquia (3,6%), Chipre (6,3%) y Malta (9,7%), serán ya objeto de un informe comunitario por superar el límite de déficit público previsto en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
La Comisión Europea, sin embargo, se propone considerar la adhesión como una de las causas excepcionales previstas en el Pacto, lo cual eximirá a los nuevos socios de la teórica obligación de reducir el déficit en un plazo de 12 meses. El déficit medio en los 10 nuevos socios se sitúa en el 5,7%, mientras que la deuda pública apenas alcanza, como media, el 42,2% del PIB (el Pacto fija el límite en el 60%). La aplicación de las normas de Eurostat está empeorando sensiblemente el balance fiscal de países como la República Checa (el déficit se ha doblado) o Polonia.
Estonia y Lituania ya aspiran al euro
Estonia y Lituania encabezan de momento la carrera hacia el euro entre los nuevos socios de la Unión Europea. Los dos países bálticos (cuyo PIB conjunto es menos de la cuarta parte del español) aspiran a integrarse el próximo mes de julio en el Sistema Monetario Europeo II, donde deberán demostrar durante al menos dos años la estabilidad del tipo de cambio de su moneda respecto a la divisa europea. Eslovenia, Chipre y Malta también desean sumarse al SME II antes de finales de 2004. La CE y el BCE, sin embargo, están alertando a todos los aspirantes de los riesgos que puede tener una adhesión prematura.