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Buen gobierno

La OCDE insta a establecer mecanismos de control de los consejos de administración

Recuperar la confianza de los inversores y del mercado representa la máxima prioridad para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) tras los escándalos financieros que han protagonizado empresas como Enron en Estados Unidos o Parmalat en Europa.

Por ello, los 30 países más industrializados del mundo han acordado sentar unas nuevas bases que refuercen los principios reguladores del gobierno corporativo, creados por la organización en 1999 y base de referencia del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.

Para el Secretario General de la OCDE, Donald J. Johnson, la calidad del gobierno de empresa es 'definitiva' para reforzar la confianza de los inversores y atraer a largo plazo los necesarios capitales que alimentan el crecimiento económico.

Para alcanzar tales objetivos, 'es necesario definir cadenas de información transparentes de forma que el consejo de administración sea responsable de sus decisiones', según la organización.

La responsabilidad prioritaria debería ser el establecimiento de mecanismos de control adecuados para la verificación de las cuentas y resultados de la empresa, que deben llevarse a cabo por un 'auditor independiente y competente', calidad que 'en muchos países no se cumple'.

Los administradores deberán probar una mayor coherencia con sus responsabilidades y no dispersarse en consejos de administración de varias empresas, que daña sus resultados.

Según Johnson, los recientes escándalos financieros también han sido el resultado de la falta de control y de observación de sus miembros, ocupados simultáneamente en varios consejos.

La organización otorga mayores poderes a los accionistas, que 'deben tener la posibilidad de revocar a sus administradores y participar realmente en los procesos de selección de éstos'.

La OCDE considera además necesario dar voz a los accionistas sobre la remuneración de los directivos y administradores y preconiza la protección de testigos.

El organismo advierte además sobre la independencia que deben practicar las agencias de calificación y de Bolsa, llamados a evitar cualquier conflicto de intereses que pueda comprometer la sinceridad de sus opiniones.

Atentos a

Los principios de buen gobierno aparecen después de que Shell, envuelta en un escándalo de sobreestimación de reservas, haya despedido a su directora financiera por estimar en un 20% más las reservas de crudo y la ha instado a modificar los resultados financieros.

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