Dolor y emoción en el funeral por el 11-M
La familia real española presidió ayer el solemne funeral de Estado por las 190 víctimas mortales de los atentados del pasado día 11 en Madrid, una cumbre mundial del dolor que congregó en la capital de España a medio centenar de dirigentes internacionales.
La familia real española presidió ayer el solemne funeral de Estado por las 190 víctimas mortales de los atentados del pasado día 11 en Madrid, una cumbre mundial del dolor que congregó en la capital de España a medio centenar de dirigentes internacionales, además de los presidentes de todas las comunidades autónomas, el Gobierno en funciones en pleno y los dirigentes de la práctica totalidad de formaciones políticas españolas.
La misa, a la que asistieron más de mil personas familiares de las víctimas, fue concelebrada en la catedral de la Almuneda por el cardenal y azgobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, y 19 obispos más; pero fue seguida por centenares de personas concentradas en las afueras de la catedral de Madrid, a pesar de la tímida lluvia que acompañaba al mediodía, y ante las tres pantallas gigantes colocadas en la plaza de Oriente, la plaza de la Armería y la plaza de la Puerta del Sol.
La ceremonia arrancó con un momento de tensión, justo cuando las autoridades tomaban asiento en una de las alas de la catedral. Uno de los asistentes en el interior del recinto religioso reprochó al presidente del Gobierno en funciones, en medio del silencio con un grito desgarrador, la muerte de su hijo en los atentados: 'Señor Aznar, le hago responsable de la muerte de mi hijo'.
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Rouco pide estar 'lejos de toda forma de nacionalismo exasperado'
Tensión cuando un hombre hizo responsable a Aznar de la muerte de su hijo
Emotividad compartida
Esta situación, que provocó que varias autoridades, entre ellas sus majestades los Reyes, volviesen la cabeza, fue superada con la música y los cantos de la Coral Nuestra Señora de la Almundena, justo en el momento que comenzó el oficio de las exequias.
Los momentos más emotivos de la ceremonia, que paralizó prácticamente la actividad en la capital del país y que fue seguida por centenares de miles de personas por televisión, se produjeron cuando los miembros de la familia real se desplazaron por la nave central de la catedral saludando, escuchando y consolando personalmente a cada uno de los familiares de las víctimas mortales de los atentados, sin poder evitar tampoco las lágrimas y las muestras de dolor.
Momentos antes de la ceremonia ya se habían acercado espontáneamente a los monarcas y su familia varios familiares visiblemente emocionados para agracdecer su presencia en las exequias. La escena se repitió también de forma expontánea al terminar el acto religioso, y tanto el Principe de Asturias como su prometida, doña Letizia Ortiz, así como los Duques de Palma, rompieron el protocolo y departieron con los familiares de las víctimas durante varios minutos cuando ya los dirigentes internacionales abandonaban el templo.
La familia real al completo dio las gracias a cada uno de los dirigentes extranjeros y nacionales que asistieron al acto a la entrada de la catedral, como muestra de agradecimiento al respaldo internacional concitado por España en las que han sido las jornadas más dolorosas de la historia de la democracia.
El rey Juan Carlos I saludó en torno a las 12 del mediodía a Colin Powell, secretario de Estado norteamericano; a Jacques Chirac, presidente de la República Francesa; a Tony Blair, primer ministro británico; a Gerhard Schröder, canciller alemán; a Jorge Sampaio, presidente de Portugal; Carlo Aceglio Ciampi, presidente de Italia; al principe Moulay Rachid, de Marruecos; Loyola de Palacio, vicepresidenta de la Comisión Europea; etc., hasta un total de 18 jefes de Estado y una treintena de altos cargos internacionales, así como representantes de diversas casas reales de todo el mundo.
Además, los miembros de la familia real recibieron también el saludo y las concolencias dirigidas a todos los asitentes anónimos de todos los presidentes de las comunidades autónomas españolas, así como de los dirigentes de los principales líderes de las formaciones políticas del país, entre las que se encontraban los secretarios generales del PSOE y presidente del Gobierno electo, José Luis Rodríguez Zapatero, y el del Partido Popular, Mariano Rajoy, que compartieron con gesto grave su ubicación en la ceremonia religiosa.
El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, acompañado con otros 19 obispos, inició su homilía con un llamamiento a 'no dejarse engañar' en relación con 'la verdadera naturaleza' de los objetivos de los terroristas: 'Se han propuesto atacar y dañar profundamente la convivencia, concordia y la paz de los españoles y a la vez avanzar en la consecución de uno de sus más importantes objetivos: el minar progresiva y aceleradamente las bases morales y espirituales sobre las que descansan nuestras sociedades y naciones de raíces cristianas', dijo.
Rouco Varela hizo constantes referencias a la 'magnitud de la tragedia' y a la 'terrible mañana madrileña de las bombas y de los cuerpos destrozados; el terrorista lleva en sí la semilla de la muerte eterna'. El cardenal propuso responder 'a la violencia ciega y al odio inhumano con el poder fascinente del amor; venced la enemistad con la fuerza del perdón; manteneos lejos de toda forma de nacionalismo exasperado, de racismo y de intolerancia; testimoniad con vuestra vida que las ideas no se imponen, sino que se proponen', concluyó.
Tras el acto protagonizado el martes por los alcaldes de toda España en Madrid para expresar la solidaridad con los familiares de las víctimas y el agradecimiento a todas las personas que colaboraron en el rescate de fallecidos y heridos, ayer asistieron al funeral de Estado los máximos dirigentes de las comunidades autónomas. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, expresó el agradecimiento por su asistencia a todos ellos, pero especialmente al lendakari Juan José Ibarretxe, así como al presidente de la Generalitat, Pascual Maragall. Por la tarde, en la sesión de control del Parlamento catalán, Maragall tuvo unas palabras en defensa de Aznar, al que cree que no se trata justamente en estos momentos.
El Consejo Europeo lanza medidas antiterroristas
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE acordarán hoy en la cumbre de Bruselas un nuevo plan de acción para prevenir atentados como el del 11-M. Entre otros asuntos destaca la adopción de una cláusula de solidaridad, el nombramiento de un coordinador en la lucha contra el terrorismo y acelerar la puesta en marcha de las medidas ya aprobadas.Entre ellas se encuentra la orden europea de busca y captura, que Alemania, Grecia, Holanda, Italia y Austria aún no aplican pese a que el plazo expiraba el pasado 31 de diciembre.Asimismo, permanecen pendientes de transposición las decisiones sobre equipos conjuntos de investigación; blanqueo de dinero, y identificación, seguimiento, congelación y confiscación de fondos del crimen organizado.