Concluir y repartir espacios en el nuevo aeropuerto de Madrid
Antes de que comenzara la campaña electoral las compañías aéreas que operan en España no confiaban que se pudiera cumplir el calendario para la puesta en servicio de las dos nuevas terminales del aeropuerto de Barajas en enero de 2005. Y ello a pesar de que el presidente de Gobierno, José María Aznar, ya había realizado una inauguración del final de las obras el pasado mes de febrero. El vuelco electoral del domingo confirma el retraso y puede que lo aumente.
Al nuevo ejecutivo le queda la tarea de concluir una terminal cuyo diseño ha sido muy criticado por las compañías aéreas. Pero además debe resolver el contencioso creado entre el actual ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, y la principal compañía aérea española a propósito del reparto de los espacios en el nuevo aeropuerto de Barajas. El ministro, a través de AENA, el ente propietario de las aeropuertos, quiere que Iberia y sus socios de Oneworld compartan las nuevas instalaciones con Spanair y la Star Alliance, cosa a la que la aerolínea española de bandera se niega.
El programa electoral del PSOE es poco explícito sobre sus planes en este campo y plantea alcanzar acuerdos con las comunidades autónomas para gestionar las nuevas y las viejas terminales aéreas.
Esta propuesta de los socialistas contrasta con la posición de los gobiernos anteriores de esta formación que mantuvieron una estructura centralizada de la red de terminales que se ha conservado durante los ocho años de ejecutivos del Partido Popular.