Artesanía mudéjar y alta tecnología en una micropyme
La empresa Taujel fue galardonada anoche con el premio NovoPymes 2004 que promueve American Express. La multinacional de servicios financieros ha concebido este galardón para dar a conocer el esfuerzo innovador de las pequeñas y medianas empresas. Circunscrito en 2002, en su primera edición, sólo a la Comunidad de Madrid, a esta edición, ya de carácter nacional, se han presentado dos centenares de pymes.
Taujel -que significa listón de madera- es una pyme nacida de la dedicación del arquitecto Enrique Nuere y de José Luis Aranzadi, ingeniero de profesión, y está enfocada a la carpintería artesanal y la restauración de artesonados mudéjares. Sus dos fundadores han sabido transformar los secretos de esta técnica en programas de ordenador que permiten diseñar y construir las complejas techumbres mudéjares a la medida de cualquier recinto, así como aplicarlos en una máquina de control numérico, transformada en un prototipo adecuado.
Lo que en principio comenzó siendo una afición se ha convertido en una empresa puntera en innovación tecnológica, a juicio del jurado. El que iba a ser el nuevo Museo Nacional de Arte Hispanomusulmán, en la Huerta del Generalife, junto a la Alhambra de Granada, allá por el año 1981, necesitaba restaurar 17 techos mudéjares. La complejidad del proyecto requería manos expertas y conocimiento profundo del oficio. Pero no hay muchos especialistas, también por la falta de literatura al respecto. Los responsables del proyecto del museo se querían basar en un manuscrito de principios del siglo XVII del alarife y carpintero sevillano Diego López de Arenas, concebido para perpetuar las reglas del oficio. Sin embargo, Enrique Nuere, aficionado a la carpintería, les hizo ver que lo había consultado al respecto, que el manual adolecía de poco rigor didáctico y conducía a procesos equivocados de planificación y montaje del artesonado. 'Se dio la vuelta y se marchó sin más, pues consideró poco menos que una herejía lo que le dije', comenta Nuere.
Un arquitecto y un ingeniero han descifrado los secretos del artesonado mudéjar y los han transformado en programas de ordenador
No obstante, la curiosidad movió al arquitecto a presentarse al concurso público de reforma del artesonado del museo. Necesitaba una infraestructura, que le facilitó su amigo José Luis Aranzadi, por entonces consejero delegado de una empresa de construcción. 'Ganamos el concurso, pero necesitábamos un carpintero que llevara a la práctica el proyecto, presupuestado en 50 millones de pesetas (unos 300.000 euros) y diez meses de plazo. Los carpinteros de la Alhambra nos lo hacían por 1,8 millones de euros, seis veces más, y tardarían ni más ni menos que tres años', recuerda Aranzadi. 'Al final, los carpinteros que trabajaban para la constructora en la que yo trabajaba, unos chavalillos de Móstoles, nos hicieron el trabajo de carpintería en plazo', añade. A Nuere le valió el Premio Nacional de Artesanía.
El jurado ha destacado asimismo el trabajo realizado en el campo de la innovación tecnológica por Valgraf e Inology, finalistas del premio. La valenciana Valgraf ha producido una novedosa bolsa de cierre autoadhesivo para alimentos frescos. Inology, radicada en Tarrasa, ha desarrollado un sistema integral de seguridad para la comprobación de vehículos.