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Comentario

Garantizados hechos de bonos

Juan Ignacio Crespo

Una de las características que más sorprenden a primera vista de los garantizados de renta variable es que están hechos de renta fija. Aunque no sólo de eso, por supuesto. La capacidad de proporcionar rentabilidades que están ligadas por una u otra fórmula a la revalorización de las Bolsas la consiguen mediante la compra de opciones sobre las que repercutirá favorablemente la subida de los precios de la renta variable, si es que ocurre. Ese efecto favorable será tanto mayor cuanto más dinero haya podido destinar la gestora a la compra de opciones.

El esquema es muy sencillo. Con el dinero de los partícipes la gestora compra bonos con cupón cero para la cartera del fondo, una especie casi desconocida en el mercado interior español, pero que tiene un pariente de corto plazo en las Letras del Tesoro que, como es bien sabido, se emiten con descuento, o 'al tirón' como se decía en otros tiempos.

De este modo una inversión de 100 por parte del partícipe se divide en dos cantidades: una, la mayor parte, que se destina a la compra de bonos cupón cero de un emisor con buena calidad crediticia, y otra que se destinará a la compra de opciones de compra sobre un índice o una cesta de índices de Bolsa.

Pese a ser garantizados de renta variable, están llenos de renta fija

La primera parte no exige necesariamente que se compren bonos con cupón cero, pues se puede sustituir esa compra por la de bonos con cupón explícito y hacer los cálculos que convierten esta solución en equivalente a la primera: determinar qué cantidad invertida en renta fija hará que, con el cobro el cupón, al vencimiento, permita afrontar los pagos eventuales o ciertos a los partícipes que quieran reembolsar sus participaciones. La diferencia entre 100 y esa cantidad así calculada es dinero que la gestora podrá destinar a la compra de las opciones que se revalorizarán si las Bolsas suben. No se trata de opciones de las que cotizan en mercados organizados, sino de las llamadas OTC (over the counter) u opciones que los agentes dedicados a este tipo de negocio (normalmente bancos de inversión) hacen a medida para sus clientes, comprometiéndose a darles cotización de precio de compra y de venta.

Cuando la volatilidad es muy alta, como ha sucedido en los años de la crisis bursátil, el precio de las opciones es muy alto y puede imposibilitar el lanzamiento de un garantizado que resulte atractivo para los potenciales clientes. La bajada de los tipos de interés ha dificultado también sensiblemente el margen de maniobra de las gestoras.

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