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Cinco Sentidos

Cómo sobrevivir al primer año de jubilación

Utilizar la experiencia para ayudar a los demás, una fórmula para seguir activo

Regla número uno: no tire su agenda. Regla número dos: estrénese con un largo y apacible viaje. Regla número tres: cuando vuelva de cualquier paraíso soñado, póngase manos a la obra. No haga ascos al despertador. Estudie y realice ejercicio. En definitiva, salga de casa.

José María Llorente, ex directivo de Huarte y director general de la Asociación de Voluntarios dedicados al Asesoramiento Empresarial (Secot), considera absolutamente imprescindible mantener la agenda bien engrasada, como en los mejores días de la vorágine laboral.

Eso es lo que hace Ítalo Molinari. Este ex directivo de una filial de la petrolera italiana ENI recaló en España tras jubilarse en 1999. Hoy reparte sus conocimientos entre la Cruz Roja, donde imparte clases de español a inmigrantes, Secot, donde asesora a jóvenes empresarios, y las casas de acogida, donde ayuda a los niños a hacer sus deberes.

La jubilación es un logro social. Jubilación y júbilo tienen la misma raíz semántica. Pero para aquellos para quienes el trabajo no ha sido un castigo, dar carpetazo a 35 o 40 años de vida en activo, lejos de ser una liberación, puede convertirse en una muerte figurada, social y familiar. 'Tu entorno cambia y, a veces, también tu vida de pareja. Puedes llegar a ser un estorbo en la casa', advierte José Manuel Ribera, jefe del servicio de geriatría del Hospital Clínico de Madrid.

Las múltiples organizaciones de mayores que trabajan en España organizan periódicamente cursos para afrontar la madurez vital. Estas charlas pueden ser un buen comienzo para salvar las primeras semanas de la jubilación, 'cuando a uno ya no le queda nada que ordenar', ironiza José María Llorente. El doctor Ribera, parafraseando a Laín Entralgo, propone marcarse metas a medio y largo plazo: 'Siendo absolutamente realista, uno puede planificar qué hará los próximos cinco días, pero también, y por qué no, los cinco años siguientes'. El estudio es una salida; el voluntariado, otra solución.

En opinión del doctor Ribera, éste es 'un buen momento para adentrarse en el mundo del servicio social'. Esta misma reflexión se hicieron los responsables del Círculo de Empresarios en 1989 cuando decidieron poner en marcha Secot. Los voluntarios de esta organización asesoran a jóvenes empresarios en su andadura mercantil. Su labor es gratuita y los horarios, flexibles.

La Confederación Española de Organizaciones de Mayores también fomenta el voluntariado. 'Desde coger el teléfono hasta volar a Bruselas para defender la discriminación positiva de los mayores, aquí hay mucho trabajo que hacer', señala Eduardo Rodríguez Rovira, su presidente, luchador apasionado contra los estereotipos negativos de la vejez.

El doctor Ribera opina que las Administraciones públicas deberían promover desgravaciones fiscales para fomentar esta actividad. El consejero en funciones de Asuntos Sociales de Madrid, José María Alonso, es más cauto. El voluntariado 'debe ser un fin en sí mismo y no un medio' para lograr algún tipo de bonificación.

Vicente Buitrón (67 años) comparte esta opinión. Viajero incansable en sus años de profesional, este ex gerente de una empresa de refrigeración industrial dedica 'todo su tiempo libre' a asesorar a jóvenes empresarios. Las tardes son para sus hobbies: cantar zarzuela y aprender informática. Sólo echa de menos no tener tiempo para escribir.

Una afición para la que no hay edad. Si no que se lo digan al nonagenario arquitecto Fernado Chueca Goitia, que en noviembre dejó el decanato del Colegio de Arquitectos de Madrid y se puso a escribir la novela Nemesia Gálvez -'una complicada vida de mujeres'-, sólo para divertirse. O a âscar Niemeyer, creador de la ciudad de Brasilia, que escribió su primer relato a los 89 años porque antes 'no se había sentido preparado'.

'Uno puede planear qué hará los próximos cinco días, pero también, por qué no, los cinco años siguientes'

EXPERIENCIA

Rodríguez Rovira: 'Como en casa y no perdono la siesta'Eduardo Rodríguez Rovira (68 años) es toda una institución en el mundo sanitario. Lo era antes, cuando presidía la compañía farmacéutica Smithkline Beecham, y lo sigue siendo ahora, que preside la Confederación Española de Organizaciones de Mayores. La diferencia es que tras jubilarse se puede llevar el trabajo a casa y disfrutar de fines de semana de cuatro días.P ¿Qué hizo el día después, cuando cerró la puerta de su despacho de presidente de Smithkline Beecham?R Tiré el despertador. Antes me levantaba a las siete de la mañana y ahora sigo haciéndolo, pero necesitaba dar carpetazo a los horarios programados. También cerré otro capítulo estresante de mi vida: los atascos de la carretera de A Coruña. Bajo a Madrid todos los días, pero nunca antes de las diez de la mañana. Además, como en casa y nunca dejo pasar el ratito de descanso tras la sobremesa. No perdono la siesta.P¿Ha notado en algún momento que su presencia es incómoda en su casa?R Eso es imposible. Yo salgo todos los días y los fines de semana me ocupo del jardín. Trabajo las mismas horas que antes, pero de otra manera. Utilizo mucho el ordenador en casa.P ¿Está implicado en la educación de sus nietos?RSí, y estoy encantado. Hoy tengo a seis nietos conmigo y a mi hijo, que ha vuelto de Argentina y vive en casa mientras le arreglan la suya.P¿Ha sentido en algún momento el vértigo del ex presidente?RSoy presidente honorífico de Laboratorios Cantabria y sigo asistiendo a todos los actos sociales que celebra la familia sanitaria. Tengo los mismos contactos que antes o más, por mi responsabilidad en Ceoma. La ventaja es que ahora cuando viajo puedo cogerme viernes y lunes.

Las cifras

8 millones de españolas y españoles están jubilados en España, según datos del INE.250.000 españoles se han prejubilado en nuestro país en la última década, según datos del Ministerio de Trabajo.10.000 es el número de organizaciones sin ánimo de lucro que hay en España.40 Todas las comunidades autónomas programan cursos y actividades para mayores. En Madrid uno puede realizar más de 40 actividades distintas, desde magia hasta terapia asistida con animales.50 universidades públicas y privadas ofrecen cursos de humanidades y ciencia para mayores de 65 años, según datos de la revista Júbilo.

Las colaboraciones 'en negro', un problema

La plenitud física y psíquica de los jubilados, por no hablar de los prejubilados, es tan evidente que cada vez son más las empresas que proponen a sus ex directivos colaborar con la compañía bajo la eufemística fórmula del asesoramiento externo. Pero trabajar, aunque sea en casa y unas horitas a la semana, es incompatible con la jubilación. Cualquier remuneración que se perciba al margen de la pensión de la Seguridad Social es dinero negro. Muy abundante en los últimos tiempos, según los expertos. Lo que no está prohibido es prolongar la vida laboral, habitual entre los profesores.

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