Van Dyck, maestro del grabado
Los lienzos permanecen siempre en un único lugar, las estampas recorren todo el mundo. Van Dyck (1599-1620) es uno de los artistas que aprendió que podía sacar partido a la producción de estampas. Y doble. Por un lado, aumentar su fama, por otro, conseguir una fuente de beneficios suplementarios.
La Fundación Carlos de Amberes (Claudio Coello, 99. Madrid) reúne por primera vez en España las obras sobre papel de Anton Van Dyck, procedentes de los fondos del Rijksmuseum, el British Museum, el Musée du Louvre y de las colecciones privadas de los duques de Devonshire y Buccleuch, en Inglaterra. También colaboran Patrimonio Nacional, el Museo del Prado y la Biblioteca Nacional.
Anton Van Dyck y el arte del grabado muestra alrededor de 100 obras, muchas de las cuáles fueron seleccionadas en 1999 por el Rijksmuseum de Amsterdam con ocasión del IV centenario del nacimiento del artista.
En la exposición se pueden admirar los trabajos de Van Dyck como grabador, desde sus inicios en el taller de Rubens, y la génesis y desarrollo de su Iconografía, un amplio repertorio de retratos de personajes ilustres de la época, entre ellos el de Erasmo o un autorretrato, pieza de las más cotizadas en la historia del grabado.
En la exposición se muestran dibujos preparatorios, grisallas previas al óleo y pruebas de estado de los aguafuertes realizados por el maestro y sus colaboradores, así como estampas de sus lienzos grabadas en vida del pintor y hasta finales del siglo XVIII.
Inicios
l Van Dyck entró a trabajar en el taller de Rubens como asistente principal a la edad de 19 años. Allí prepara los dibujos de pinturas para grabadores. En la exposición se pueden admirar Lot y su familia abandonando Sodoma y La adoración de los pastores. En 1931 hace sus primeros aguafuertes, crea la Iconografía y publica sus láminas. Tras la muerte de Van Dyck, surgió con fuerza la producción de grabados realizados a partir de sus obras.