Hyundai obtiene los beneficios semestrales más altos de su historia
El grupo automovilístico surcoreano Hyundai Motor registró un beneficio neto en el primer semestre del año de 988.500 millones de wons (743 millones de euros), lo que supone un incremento del 10,6% respecto al mismo periodo del año anterior y máximo semestral histórico de la compañía.
La cifra de negocio en los primeros seis meses del año alcanzó los 12,7 billones de wons (9.528 millones de euros), un 10,2% más que en el mismo periodo de 2002, gracias al buen funcionamiento de las ventas en el extranjero de los nuevos modelos Sonata y el utilitario deportivo Santa Fe.
Por otro lado, en el segundo trimestre del año, el primer fabricante de automóviles de Corea del Sur obtuvo un beneficio neto de 570.400 millones de wons (alrededor de 429 millones de euros), un 86% más que en el mismo trimestre del año anterior.
Pese a que la industria automovilística surcoreana se ha visto muy afectada por la caída de la demanda interna, y en general por la ralentización de la economía, fuentes de la compañía comentaron que los beneficios crecerán también en el segundo semestre, tanto por la recuperación en el mercado interno como por las fuertes exportaciones con destino a Europa y Estados Unidos.
Las ventas fuera del país de Hyundai, que ya suponen un 60% de su producción e ingreso anual, aumentaron un 21,8% en el primer semestre con 494.000 vehículos, mientras que las ventas en el mercado interior cayeron un 12,3% con unas ventas de 349.000 vehículos.
Investigación
La publicación de resultados del gigante industrial coreano se produce días después de que el directivo e hijo del fundador del grupo, Chung Mong Hun, se suicidara tras haber sido acusado de haber canalizado ilegalmente fondos a Corea del Norte.
El suceso ocurrió tras anunciar el Gobierno surcoreano su interés por profundizar en la investigación abierta sobre dichas irregularidades. En concreto, Chung y dos antiguos colaboradores del presidente surcoreano Kim Dae Jung fueron acusados el pasado junio de canalizar ilegalmente 450 millones de dólares al Gobierno de Corea del Norte.
Estos fondos procedían del premio recibido por el entonces presidente de Corea del Sur, Kim Kim Dae Jung, en el año 2000. Fuentes próximas al alto directivo explicaron que éste se encontraba en los últimos días sometido a una gran presión por la reapertura de las investigaciones.