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Dividendo

Telefónica 4; Tesoro 2

Telefónica ofrece una rentabilidad por dividendo mínima del 4% durante tres años, cerca del doble del interés que paga el Estado en sus bonos de igual plazo. Los expertos creen que esta política de la compañía eleva el suelo de cotización de la acción

Los títulos de Telefónica, las populares matildes, se cubren de un barniz conservador. En tres años, los de Alierta como gestor, la compañía ha pasado de ser valor caliente de la nueva economía a ofrecer una estrategia muy conservadora de alta retribución al accionista. La acción de Telefónica dará vía dividendo y durante tres años un interés anual igual al 4% de su precio actual. Un porcentaje muy superior al que paga el Tesoro en las letras a 12 meses, el 1,99%, o en el bono a tres años, el 2,22% en la última subasta. El objetivo es resarcir a los accionistas que acumulan grandes pérdidas desde el pinchazo de la burbuja bursátil en primavera de 2000 y consolidar un suelo para la cotización en torno a los 10 euros actuales.

Con su nueva política, Telefónica se aleja del volátil ámbito de las nuevas tecnologías y vuelve al grupo de los proveedores de servicios públicos, como los de luz, gas o agua. Una utility en vez de una compañía emergente, lo contrario de lo que prometía el anterior presidente, Juan Villalonga, cuando suspendió los dividendos en 1998 para 'crear valor'. Alierta recuperó esta retribución este año con el abono, con cargo a 2002, de 0,25 euros por acción, además de los títulos de Antena 3 TV que se darán en noviembre y que en el mercado se valoran en otros 0,08 euros. En total, 0,33 euros por acción con cargo a reservas, pues la compañía tuvo pérdidas de 5.575 millones de euros el año pasado. Para 2003, 2004 y 2005 (los pagos se realizan al año siguiente), la compañía promete 0,40 euros al año sin descartar medidas adicionales como la amortización de acciones propias. Este año Telefónica redujo un 2% de su capital por este método.

'Esperamos que la compañía sea más explícita en que los 0,40 euros son un mínimo y no un techo', asegura Michael Meloan, de Goldman Sachs. Sus previsiones son más optimistas para 2004 y 2005, cuando los dividendos alcanzarían 0,44 y 0,57 euros, respectivamente. La rentabilidad podría así alcanzar hasta el 5,7% dentro de tres años. Actualmente la media de las telecos europeas es del 2,9%.

Telefónica tiene abundante flujo de caja y ya no cree prioritario reducir la deuda. La nueva política de retribución deja margen para adquisiciones

Hace meses que grandes inversores presionaban para que Telefónica aclarara su política de dividendo, a la vista del exceso de dinero en caja que se ha generalizado en el sector tras paralizarse inversiones como las del nuevo móvil UMTS. 'Para la compañía reducir deuda ya no es una prioridad, porque su situación financiera es estable y a los tipos actuales no conviene poner la deuda a cero, sino tener una buena estructura de financiación', explica Nahum Sánchez, analista de Caja Madrid Bolsa.

'El gran dilema del sector es qué hacer con su flujo de caja', explica Miguel Jiménez, de Renta 4. Según sus cálculos, Telefónica generará en torno a 5.000 millones de euros anuales en flujo de caja libre en los próximos años. Si destina unos 2.000 millones al dividendo, todavía tendrá otros 3.000 millones para eventuales adquisiciones. A su juicio, Telefónica acierta con esta decisión: 'Noticias como ésta son las que producen un sentimiento positivo hacia el valor'.

Según un estudio de Morgan Stanley, el sector europeo de telecomunicaciones es el mayor generador de flujo de caja, equivalente a más de un 8% de su capitalización en 2002. No obstante, la mayor parte de ese flujo se ha destinado a limpiar de los balances excesos del pasado, un proceso que en Telefónica parece cercano a su fin tras los fuertes saneamientos hechos en 2002. Moody's ha confirmado la calificación de la deuda de Telefónica tras el anuncio del pasado miércoles.

Un buen dividendo puede alterar el perfil del accionariado de la operadora. 'La rentabilidad por dividendo alta es una característica muy atractiva para inversores particulares a largo plazo y, sobre todo, para inversores institucionales con vocación defensiva, como los fondos de pensiones. Telefónica volverá ahora a estar en el punto de mira de este tipo de inversores', dice Alicia Jiménez, de Self Trade.

La filial de móviles, más limitada

Telefónica ha puesto las cartas sobre la mesa en cuanto a su política de retribución al accionista. No lo ha hecho, por el momento, su filial Telefónica Móviles. Participada al 92% por la matriz, Móviles es uno de los grandes generadores de flujo de caja del grupo. Este año el dividendo dado por el operador de Movistar, el primero de su historia, fue de 0,175 euros por acción, igual a un 55% del que dio Telefónica. Miguel Jiménez, de Renta 4, no descarta que la filial eleve también su dividendo, pero avisa de que la política de adquisiciones del grupo está centrada precisamente en la telefonía móvil, en concreto en América Latina. 'Esto limita de alguna forma una política agresiva de dividendos por parte de Móviles', concluye. Sin embargo, según este experto, si las inversiones fueran menores a lo esperado, la que podría elevar su dividendo más allá de lo ya anunciado es la madre.Las cuentas semestrales del grupo Telefónica se harán públicas el próximo martes, día 29. Un sondeo entre analistas realizado por Reuters pronostica que el beneficio neto del periodo enero-junio será de 1.226 millones, frente a pérdidas el año pasado, mientras que los ingresos caerán un 8,4% hasta los 13.405 millones, debido a la devaluación de monedas latinoamericanas. Este efecto habrá desaparecido en el último trimestre.'América Latina es la variable clave y se ha estabilizado. A diferencia de hace un año, ahora hay más que ganar que perder en la región', destaca Nahum Sánchez, de Caja Madrid. Lo que sí pesará en las cuentas es el inicio del plan para eliminar 15.000 empleos, cuyo coste se estima cercano a 4.500 millones en cinco años.

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