Un Burger King en Irak para las tropas de EE UU
Cerca de 40 soldados estadounidenses hacen cola en el Burger King situado en el aeropuerto de Bagdad para pedir sus hamburguesas con lechuga, tomate y queso. El olor a grasa da una idea del convencimiento del Pentágono de que la comida rápida, los CD y la coca-cola son esenciales para la supervivencia de los soldados más jóvenes que se sienten lejos de casa.
'Es sorprendente lo que este tipo de cosas hacen por estos chicos', dice Marie Cliff, del Servicio de Intercambio de las Fuerzas Armadas (AAES, en sus siglas en inglés), perteneciente a la sección del Departamento de Defensa que gestiona la zona bajo control militar del aeropuerto de Bagdad, donde se encuentra el Burger King y un centro comercial.
En junio, mientras crecían los ataques hacia militares estadounidenses en Irak, la armada abrió el Burger King, que vende 6.500 hamburguesas al día, y el local comercial para tratar que los soldados se sientan más cerca de casa. El primer día que abrió el local de comida rápida los soldados tuvieron que esperar más de dos horas para conseguir sus hamburguesas. Tiempo que aguantaron pacientemente después de meses de alimentarse con la comida preparada y envasada por el Ejército de EE UU. 'Somos un grupo que aporta calidad de vida', dice Cliff, vestida con ropas militares a pesar de ser una empleada civil del Departamento de Defensa.
Desde su puesto en el aeropuerto de Bagdad ve pasar a las tropas que componen las tres primeras divisiones de infantería, que compran desde patatas fritas hasta el último disco del rapero Eminen. Todo ello ayudará a que los soldados de la Tercera División de Infantería de EE UU sobrelleven mejor la decisión, conocida ayer, de Washington de mantenerlos en Irak indefinidamente. Los planes iniciales eran que regresaran a sus hogares entre julio y agosto.
En el centro comercial de 540 metros cuadrados han desaparecido ya las Play Stations de Nintendo y se siguen vendiendo CD y DVD. En agosto está previsto que el establecimiento triplique su superficie. Los artículos provienen de Kuwait, incluyendo también los aros de cebolla, las hamburguesas y las patatas fritas que vende Burger King. Cliff prevé ofrecer en breve también discos de jazz y bicicletas de montaña. 'Estoy haciendo mi trabajo', dice Cliff, cuyo empleo hasta ahora había sido el de gestionar un centro comercial situado en Colorado.
Un policía militar destinado al oeste de Bagdad hace una parada en el aeropuerto. 'Es agradable sentir un poco de aire acondicionado', dice al entrar en Burger King.