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Resultados

La renta variable recupera atractivo

Los expertos recomiendan tomar posiciones en Bolsa tras la mejora de los resultados empresariales, pero advierten que a corto plazo puede haber correcciones

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odríamos estar ante el final del mercado bajista'. Estas palabras, pronunciadas recientemente por el presidente del banco de inversión UBS, Peter Wuffli, resumen el optimismo con el que muchos analistas se enfrentan a los próximos meses. En opinión de Wuffli, el periodo más largo de caída bursátil en las últimas cinco décadas podría estar llegando a su fin. Aunque de forma cautelosa, son muchos los que coinciden en la opinión de que hay que estar en Bolsa. Tras las revalorizaciones que han registrado los índices desde los mínimos de marzo -el S&P 500 se ha revalorizado del orden del 22%; el Dax, un 35,7%; el Cac, un 24,6%, y el Ibex, un 18,9%-, bancos de inversión como Goldman Sachs y JP Morgan, sociedades como Abante y gestores de fondos consultados por Merrill Lynch empiezan a otear el horizonte en busca de posibilidades de inversión. 'Una vez que los resultados empresariales del primer trimestre -un 80% de los valores del S&P 500 han presentado beneficios superiores a lo estimado- han superado la prueba de los mercados y que el riesgo geopolítico ha desaparecido, creemos que es el momento de aumentar la inversión', sostienen los analistas de Abante.

Estos dos factores han sido, a su juicio, los que han impulsado las Bolsas en las últimas semanas y los que les ha llevado a aumentar su exposición en renta variable hasta el 65% desde el 50% que mantenían en un escenario neutral y desde el 60% de su última recomendación. Una opinión similar mantienen los gestores de fondos consultados por Merrill Lynch, que confían en una pronta recuperación de la economía mundial y recomiendan a los inversores tomar posiciones en los mercados para estar bien situados cuando ésta se materialice. Goldman Sachs coincide. No en vano reconoce que por fundamentales la renta variable está infravalorada en un 10% respecto a los bonos, por lo que son partidarios de sobreponderar las acciones.

Algo más cautos se muestran los analistas de Banif, quienes reconocen que la situación actual deja un hueco al optimismo, pero avisan que las últimas revalorizaciones no están apoyadas en una mejora de los datos económicos. 'La tendencia alcista no debería continuar, ya que debería ajustarse a las expectativas económicas que hay en estos momentos', sostienen. 'La actual incertidumbre y el momento de debilidad económica, así como la falta de visibilidad en los beneficios futuros de las empresas son motivos suficientes para seguir algo infraponderados en renta variable a pesar de estos rallies'. 'El mercado está para comprar a medio plazo', añade Ana Rivero, directora de análisis de Banif.

En este escenario, la Bolsa estadounidense vuelve a ser la favorita por las casas de análisis. Teniendo en cuenta el mayor crecimiento previsto para EE UU y los últimos datos económicos conocidos en la zona euro que sitúan a Alemania en recesión y a países como Italia y Holanda con crecimientos negativos en el primer trimestre de 2003, esta preferencia no sorprende. 'Las previsiones parecen favorables', señalan en JP Morgan. 'La debilidad del dólar es una ventaja añadida para los fabricantes estadounidenses y para las ganancias de las compañías del S&P', añaden. El único problema, destacan, sigue siendo el mercado laboral. Opinión que comparten en Banif, donde estiman que la recuperación económica empezará antes en EE UU, para luego trasladarse a Europa. Con todo, confían en que un recorte de tipos del BCE antes del verano impulse el crecimiento de esta zona.

Las perspectivas para España son algo más positivas. Para Rivero, la desaparición de las incertidumbres latinoamericanas y la recuperación de los beneficios de las compañías españolas hacen del Ibex una de sus principales apuestas. Esta experta espera que el índice termine el año alrededor de los 7.000 puntos. Los grandes del Ibex, como Telefónica, los bancos, Endesa y Repsol, son sus apuestas.

Con el convencimiento de que a medio plazo los mercados estarán por encima de los niveles actuales, la mayoría ha comenzado a hacer sus apuestas. Las compañías con mayor fortaleza de balance y visibilidad en los ingresos son las favoritas para los próximos meses. Goldman Sachs se inclina por las aseguradoras (en la rama de no vida), telecos -por las expectativas de aumentar sus ingresos-, farmacéuticas, debido al fuerte volumen de crecimiento que presentan, y algunas firmas de software como SAP, 'que ha elevado su cuota de mercado en EE UU y cotiza con un gran descuento'. En Banif, pese a que comparten su preferencia por compañías con un crecimiento visible y una baja valoración respecto a los fundamentales, estiman que serán las industrias básicas, los bancos y las constructoras los que tomarán el relevo de aseguradoras y tecnológicas. Para Merrill Lynch, el consumo básico, por la estabilidad en sus ingresos, materias primas, favorecidas por la caída del precio del petróleo, y eléctricas son sus preferidos. La tecnología, artífice de las últimas subidas de los índices, no parece contar con el beneplácito de los analistas. JP Morgan mantiene su consejo de neutral mientras Merrill Lynch aconseja infraponderar.

Los altos precios de la deuda, un problema añadido

Direcciones opuestas. æpermil;sta es la evolución que en las últimas semanas están registrando los rendimientos de los bonos (cuyo precio se mueve de forma inversa a la rentabilidad) y las acciones. Este comportamiento, inusual en los últimos años, está dando que pensar a los analistas.Tradicionalmente una subida de la Bolsa llevaba consigo una caída de los precios de la deuda, ante la salida de los inversores hacia activos más rentables. Nada más lejos de la realidad. Esta semana, los tipos del bono a 10 años de EE UU se han situado en su nivel más bajo en 45 años, mientras las Bolsas han seguido escalando posiciones. Para los expertos, la debilidad latente de las economías explicaría los altos precios que siguen teniendo los bonos, que, según Goldman Sachs, presentan una sobrevaloración del 10% respecto a las acciones. 'Mientras el mercado bursátil descuenta que el valle está cerca, no sucede así con la renta fija, que no registra salidas importantes', señala Ana Rivero, de Banif, para quien un ascenso sostenido de las Bolsas debería ir acompañado de una caída de los precios de la deuda, por lo que no descarta que las Bolsas consoliden posiciones en el corto plazo. 'Si siguen las subidas, deberían venir tarde o temprano acompañadas de recorte en el precio de los bonos', sostienen en Banif, donde se inclinan por la renta fija privada en sustitución de los plazos largos.

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