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Posguerra

Garner anuncia que el Gobierno iraquí estará listo a mediados de mes

A mediados de mayo veréis la formación del núcleo de un Gobierno interino', dijo el general retirado Garner, jefe de la Oficina de Reconstrucción y Asistencia Humanitaria.

'Siete, ocho o nueve líderes trabajarán juntos para crear una dirección', según dijo Garner, quien no precisó, sin embargo, cómo funcionará el esperado consejo administrativo.

Garner nombró a los líderes que podrían formar parte del Gobierno: Masud Barzani, líder del Partido Democrático Kurdo (PDK); Ahmad Chalabi, del Congreso Nacional Iraquí (CNI); Yalal Talabani, de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK); Iyad Alawi, del Acuerdo Nacional (AN), y Mohamed Baker al Hakim, líder de la Asamblea Suprema de la Revolución Islámica en Irak (Asrii).

Al Hakim, líder chiíta y principal opositor al régimen de Sadam, reiteró ayer la necesidad de que las tropas angloestadounidenses abandonen Irak y permitan un Gobierno íntegramente iraquí. 'Lo que buscamos tras la caída de Sadam es la formación de un sistema político elegido por le pueblo iraquí, que sea independiente y justo', manifestó en el periódico árabe Al Hayat.

Según anunció ayer Garner, la próxima semana llegará a Bagdad L. Paul Bremer, el nuevo gobernador civil de Irak, quien se encargará del proceso político. Bremer ha encabezado la lucha antiterrorista en el Departamento de Estado de EE UU. Garner se ocupará de la reconstrucción.

Entre tanto, las tropas estadounidenses continúan deteniendo a los responsables del anterior régimen. Ayer le toco el turno a Huda Sali Mahdi Amash. La llamada doctora Germen, de 49 años, era el cinco de corazones en la baraja de los altos cargos más buscados por Washington.

Mahdi Amash, única mujer de la lista de perseguidos, está considerada como una de los principales responsables del programa de armas biológicas de Sadam.

La transición a otro régimen supuso ayer la celebración de las primeras elecciones, que tuvieron lugar en Mosul, que eligió a su gobernador y a los 24 miembros del Consejo interino.

En la capital, Bagdad, la población continúa protestando por la falta de servicios básicos, como la electricidad, que sólo funciona al 50% de su capacidad. Varios miembros de la ONU han alertado del problema humanitario que se avecina. 'Estamos ante una bomba de relojería', opinaba en privado un miembro del Consejo de Seguridad, quien alertaba de que el levantamiento de las sanciones, como apoya EE UU, pondrá fin al programa Petróleo por Alimentos y desabastecerá a la población.

Por otra parte, la ONU, por vía del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), ha pedido a EE UU que le permita enviar una misión de expertos a Irak para investigar supuestos saqueos en las instalaciones nucleares del país. Washington ya ha asegurado que vigila ese material, que la OIEA teme que pueda ir a parar a manos de grupos terroristas.

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