Los fundadores de la UE impulsan la política de defensa
La cita de los primeros ministros de Alemania, Bélgica y Luxemburgo y el presidente de la República Francesa, países fundadores de la Unión Europea, obedece a una iniciativa del primer ministro belga, Guy Verhofstadt, que no ha extendido la invitación al resto de Estados miembros ni a la Comisión Europea.
La convocatoria se hizo pública en plena crisis de Irak, por lo que se interpretó como una respuesta al alineamiento del Reino Unido y España, así como de la mayoría de los países candidatos a la UE, con las tesis de EE UU a favor de la intervención militar para desarmar a Sadam Husein.
De hecho, España había expresado su intención de asistir al encuentro, pero finalmente ha quedado excluida.
Verhofstadt, sin embargo, intentaba ayer resaltar el carácter constructivo de la minicumbre: 'No va contra la OTAN ni contra los estadounidenses', indicó en una entrevista con un el diario belga Le Soir.
Así, tampoco asistirá el actual secretario general de Asuntos Exteriores y Seguridad de la UE, Javier Solana.
Daniel Keohane, del Centro para la Reforma de Europea, un instituto independiente con sede en Londres, advierte que 'Washington puede percibir una unión europea de la defensa liderada por belgas, franceses y alemanes como una simple alianza antiestadounidense'.
La ausencia del Reino Unido, la mayor potencia militar de la UE junto a Francia, limita por otra parte las posibilidades de éxito del encuentro.
El orden del día incluye un debate sobre la relación entre la UE y la OTAN; la posibilidad de plantear una política común de defensa con sólo algunos de los actuales socios de la UE (como ocurre con la Unión monetaria), pero abierta al resto; y el calendario para llegar a una agencia europea de armamento.
Aumentar el gasto
Los cuatro socios pueden expresar además su voluntad de aumentar el gasto público en defensa que en todos los países de la UE, salvo en Francia, Reino Unido y Grecia, se encuentra por debajo del 2% del producto interior bruto.
El gasto total es apenas del 50% del de EE UU, pero la duplicidad de proyectos hace que la eficacia real alcance sólo al 10% de la estadounidense.
Bélgica desea también que la Unión Europea cuente con un estado mayor operativo que coordine las operaciones militares al margen de la OTAN, pero la propuesta tiene pocos visos de éxito en estos momentos.
El actual acuerdo UE-OTAN, que permitirá la actuación de la fuerza europea de intervención rápida, necesitó meses de duras negociaciones para superar el bloqueo de Turquía.