_
_
_
_
Consumo

Presupuestos a la carta para ciudadanos de a pie

Llevar las cuentas del hogar exige organización y, sobre todo, saber cuáles son las prioridades de gasto. Cuando se trata de dinero público, la organización adquiere mayor relevancia. Los presupuestos de países, regiones y municipios están elaborados por funcionarios expertos, técnicos en la materia, a las órdenes de una legión de políticos que aportan la ideología dominante del momento.

Sin embargo, en muchos casos, permanece la duda de si, en verdad, están sujetándose a las necesidades reales del ciudadano, sobre todo, en los ayuntamientos, la Administración más cercana al ciudadano. Muchas voces claman por una mayor involucración de los residentes en la gestión de la cosa pública.

Los presupuestos participativos empezaron a ensayarse de forma organizada hace 14 años, en 1989, en Porto Alegre (Brasil). Su experiencia se ha ido extendiendo como la pólvora, principalmente en el mundo latinoamericano. En Brasil, ha llegado a 70 Gobiernos locales y otros dos Estados, y ha servido para la reforma de la gestión de 3.800 municipios. Países cercanos como Ecuador, El Salvador y Argentina (Buenos Aires) han seguido el modelo. En España, se ha empezado a ensayar en municipios pequeños y ya en algunas grandes ciudades. Ejemplos son Cabezas de San Juan (15.000 habitantes, Sevilla), Puente Genil (28.000 habitantes, Córdoba) y Rubí (60.000 habitantes, Barcelona). Y ciudades medianas, como Córdoba (318.000 habitantes) y Albacete (145.000 habitantes).

En Porto Alegre (1,3 millones de habitantes, capital de Río Grande do Sul), todo comenzó cuando llegó al poder el Partido de los Trabajadores, del actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva, abogando por fórmulas participativas que revitalizaran la democracia en el municipio.

Se buscaba que las decisiones no las tomara el alcalde, sino la población directamente implicada en asuntos tan vitales como el alumbrado público, el asfaltado de nuevas calles o la vivienda. En total, 16 asambleas vecinales fijaron sus prioridades presupuestarias y eligieron delegados o consejeros (personas humildes en su mayoría) para comunicarlas a las autoridades municipales.

La experiencia funcionó, sobre todo, para los habitantes con rentas más bajas que pudieron redistribuir recursos que, normalmente, iban a barrios acomodados, reduciendo el clientelismo.

Pero este sistema de democracia directa tiene también sus inconvenientes. Uno de ellos es la escasa participación en las primeras reuniones. Empresarios, profesionales y clase media en general son poco dados a asistir a las reuniones donde se deciden propuestas. Aunque, una vez que se van viendo los resultados, la población se anima. En Porto Alegre más de 600 asociaciones están participando, bajo la coordinación de funcionarios municipales. Desde 1989, según fuentes del Gobierno local, se han invertido más de 1.000 millones de dólares. La recogida de basuras y el abastecimiento de agua llega ahora a todas las viviendas.

En España, el Ayuntamiento de Córdoba, gobernado por IU y PSOE, lleva dos años desarrollando su programa de presupuestos participativos, informa José Miguel Muñoz. Los cordobeses intervienen a través de asambleas que se celebran en los 14 distritos de la ciudad, a las que tienen acceso todos los ciudadanos, pertenezcan o no a asociaciones vecinales.

En 2001, participaron en el proceso 3.500 vecinos, que discutieron sobre infraestructuras. 'En 2002 se amplió a educación, solidaridad y relaciones ciudadanas', explica Ernesto Ganuza, investigador del Instituto de Estudios Sociales Avanzados, que ha asesorado el proyecto.

Los cordobeses han influido en el destino de un tercio de las inversiones municipales, lo que supone un 4% del presupuesto local, alrededor de 8,2 millones de euros. 'Más que la importancia cuantitativa, se busca la transparencia de la gestión municipal', afirma Ganuza.

Cabezas de San Juan, en Sevilla, ha logrado una implicación aún mayor de sus vecinos. El ayuntamiento abrió sus cuentas a la participación ciudadana en el año 2000, con los gastos en infraestructuras. En 2001 sumó el área social (educación, festejos, juventud, entre otros). El año pasado se sumó la vivienda y empleo.

'Los vecinos ya deciden casi el 50% del presupuesto, que este año asciende a 7,8 millones de euros', indica el coordinador de los presupuestos participativos, Javier Encina. Un 10% de la población participa en el proceso. Para la próxima legislatura, el equipo de Gobierno piensa abrir a la participación ciudadana los gastos corrientes.

Rubí, a 25 kilómetros de Barcelona, es el protagonista de la mayor experiencia de democracia participativa en Cataluña. El ayuntamiento, gobernado por Iniciativa per Catalunya-Verds, aprobó en 2002 el primer presupuesto elaborado con esta fórmula. Los ciudadanos decidieron en qué invertir 4 millones de euros sobre los 12 millones del capítulo de inversiones.

Los vecinos llevaban años reivindicando que la avenida del Estatuto se convirtiera en una rambla (con un paseo central), y esa fue una de las propuestas presentadas. El paseo será inaugurado en mayo. Según explica Enrique García, director de servicios centrales del ayuntamiento, a finales de abril empezarán las asambleas para decidir las inversiones del año que viene, informa Rosario Correro.

Los municipios barceloneses de Sant Feliu de Llobregat, Esparreguera y Sabadell también han preguntado a sus ciudadanos cómo emplearían el dinero público, pero en estos casos las decisiones no son vinculantes.

Madrid, tras los pasos de Albacete

Albacete es la ciudad española donde se ha ensayado con mayor ímpetu esta fórmula. Tiene ya cuatro años de experiencia (los de 2004 serán los cuartos presupuestos municipales) con el compromiso de ceder el 10% de los ingresos a estas tareas (algo más de 12 millones de euros). Un total de 119 asociaciones forman parte del Consejo de Presupuestos Participativos que negocia con los grupos políticos el gasto municipal. La iniciativa ha despertado el interés de otros municipios. A las asambleas de Albacete han asistido representantes de Rocafort, Sagunto, Sax y Vigastro (Valencia), Ciudad Real, Coslada (Madrid) y Murcia. Para los presupuestos de 2003, el pleno municipal presidido por el alcalde socialista Manuel Pérez Castell ha incluido propuestas de los ciudadanos, como la apertura de 120 plazas de comedores escolares y la creación de una empresa mixta (Rubial) que gestione la construcción de más de 2.000 viviendas.José María Mendiluce, candidato de Los Verdes a la alcaldía de Madrid, sigue estos pasos. Mendiluce propone implantar un modelo en la capital, en el que el 70% de las inversiones se decida por los ciudadanos de cada distrito.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_