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Préstamos

Una nueva norma permitirá al usuario comparar las hipotecas en toda Europa

El secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, anunció ayer que el Gobierno aprobará en las próximas semanas una orden ministerial para la implantación del código de conducta europeo sobre información para los créditos a la vivienda, un conjunto de reglas básicas de información al consumidor para ayudarle a comparar y a elegir entre los diferentes créditos hipotecarios ofertados en Europa.

Bancos y cajas españolas esperaban desde hace tiempo la publicación de esta normativa para poder adherirse al texto europeo, aprobado en 2001 como resultado del acuerdo entre las federaciones europeas de banca y las organizaciones de consumidores.

Las entidades que lo adoptan están obligadas a facilitar a sus clientes potenciales información sobre sus productos bajo un formato específico de ficha europea de información normalizada.

Hasta ahora ninguna entidad española se había sumado, a la espera de que se precisara la legislación, ya que algunos aspectos del texto europeo colisionaban con la normativa nacional.

La orden que ultima Economía modifica, por tanto, la orden de mayo de 1994 sobre transparencia en las condiciones financieras de los préstamos hipotecarios.

Su importancia reside en que constituye un primer paso en la armonización del mercado hipotecario europeo, ya que permitirá la entrada en los distintos mercados nacionales a operadores extranjeros, según explicó ayer el presidente de la Asociación Hipotecaria, Gregorio Mayayo.

Para favorecer las operaciones transfronterizas en el mercado hipotecario, los distintos Estados miembros tienen que adaptar sus normativas al espíritu y letra del código. En algunos casos, eso supone renunciar expresamente a incluir o mantener en sus normativas cualquier disposición o exigencia formal que pueda representar un obstáculo a la penetración extranjera en el mercado nacional, lo que choca con el espíritu proteccionista de muchas Administraciones.

En cierto modo, eso explica el retraso con el que se está implantando, a pesar de que Bruselas lo propuso ya hace cinco años. En mayo de 1999 dio incluso un ultimátum a las federaciones de bancos, cajas y consumidores europeos para que se pusieran de acuerdo.

La idea inicial cuando se aprobó en marzo de 2001 era que las entidades tuvieran hasta septiembre para suscribirlo, con vistas a que estuviera en el mercado en septiembre de 2002.

En España llega, por tanto, con retraso. De hecho, es el último país europeo en adherirse, después de que lo hayan hecho Reino Unido, Irlanda, Luxemburgo, Holanda, Bélgica, Portugal, Francia, Italia, Grecia, Austria, Alemania, Dinamarca, Finlandia y Suecia, tras adecuar previamente su normativa nacional.

Aunque no se conoce la letra pequeña de la orden que prepara Economía, Luis de Guindos adelantó ayer que se mantiene la oferta vinculante durante 10 días hábiles para los préstamos hipotecarios y se amplía el ámbito de aplicación de la norma a todos los préstamos con cualquier garantía y sin límite de importe (hasta ahora sólo se aplicaba a los préstamos con garantía hipotecaria y de menos de 150.200 euros).

La mayor información y transparencia que introducirá el código ampliará considerablemente el abanico de productos hipotecarios donde elegir y las oportunidades de negocio de las entidades.

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