El euro supera 1,09 dólares y activa las alarmas del Bundesbank
El euro no perdió ayer de vista el clima prebélico que vive la comunidad internacional. En una jornada de enorme volatilidad, llegó a superar en los mercados de divisas la barrera psicológica de los 1,09 dólares, hasta intercambiarse a 1,0905 dólares en el mercado de Londres, frente a 1,083 del día anterior.
La causa tuvo su origen en el nerviosismo vivido por la presentación del informe de los inspectores de la ONU sobre Irak. De hecho, la tensión sobre la zona ha permitido al euro apreciarse un 10% frente al dólar en lo que va de año y aumentar su valor como 'moneda refugio' ante la insegura situación internacional. A mitad de la jornada de ayer, la recogida de beneficios y ciertos rumores surgidos sobre un posible exilio del presidente iraquí, Sadam Husein, frenaron parcialmente el impulso inicial. No obstante, el Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio oficial, finalmente, en 1,0870 dólares, a un nivel desconocido desde mediados de 1999.
Los expertos creen que el miedo a una guerra seguirá presionando al dólar frente al euro y no descartan que la moneda única llegue a cotizar durante esta semana en torno a 1,10 dólares, una cotización que no ha alcanzado desde marzo de 1999. A pesar de que los intercambios comerciales de la mayoría de los países comunitarios están muy centralizados en el seno de la propia Unión Europea, la revalorización del euro está empezando a preocupar a algunos Estados en los que parte de sus exportaciones van dirigidas al área del dólar, como es el caso de Alemania.
Competitividad
De hecho, el presidente del Banco Central alemán (Bundesbank), Ernst Welteke, expresó ayer su preocupación por el impacto que una depreciación demasiado rápida del dólar tendría sobre la competitividad de los exportadores alemanes, informa Efe. En declaraciones al diario alemán Die Welt, el máximo responsable del Bundesbank, que asiste al Foro Económico Mundial en Davos (Suiza), manifestó que 'una caída demasiado rápida del dólar constituiría una fuente de preocupación para Alemania'. En su opinión, una debilidad duradera del billete verde penalizará la competitividad de la economía alemana, que representa una tercera parte del PIB de la zona euro.
Mientras tanto, la industria alemana cuenta con que la economía de este país sufrirá un estancamiento durante la primera mitad del año y que el crecimiento durante todo 2003 será, como mucho, del 1%.
'El futuro de Alemania pende del hilo de la economía mundial y por tanto de la de EE UU', aseguró el presidente de la Confederación de la Industria Alemana (BDI), Michael Rogowski, al presentar en Berlín las previsiones económicas. A su juicio, actualmente el principal problema de Alemania es la excesiva carga fiscal y la fortaleza del euro, que supone un riesgo para un mercado predominantemente exportador.
Rogowski cree que si la fortaleza del euro se mantiene por mucho tiempo, el motor exportador se verá dañado, lo que supone un peligro adicional para una economía que apenas registra impulsos desde la demanda interna.
La moneda gana terreno también frente al yen
El euro se revalorizó ayer también frente a la moneda japonesa. En el mercado de divisas de Tokio cerró a 127,70 yenes, frente a los 127,60 del inicio de la jornada. En cuanto al dólar, la divisa estadounidense se mantuvo estancada por debajo de los 118 yenes en el mercado de Tokio, a la espera de las noticias procedentes del Consejo de Seguridad de la ONU. La economía japonesa quiere salir de su atonía, en la que lleva inmersa varios años. Ayer se conocieron nuevos datos. La balanza comercial generó un superávit de 9,93 billones de yenes (77.598 millones de euros) en el año 2002, lo que significa un incremento del 51,3% en comparación con el ejercicio precedente, la primera subida en cuatro años, según el Ministerio de Finanzas nipón. El aumento de las ventas hacia Asia fue el factor que más contribuyó al excedente comercial. Las exportaciones se incrementaron un 6,4% y alcanzaron los 52,15 billones de yenes mientras que las importaciones se redujeron un 0,6% y totalizaron 42,17 billones de yenes. El excedente de Japón con la Unión Europea descendió un 9,3% en 2002, con 2,17 billones de yenes (16.958 millones de euros). Las exportaciones cayeron un 2%, hasta los 7,65 billones de yenes.