El temor al impago de la deuda agudiza la caída del bolívar venezolano
La crisis política y económica que padece Venezuela extiende el temor entre los inversores de que el Gobierno de Hugo Chávez termine incumpliendo sus obligaciones en los próximos vencimientos. El bolívar sufrió ayer las consecuencias y llegó a perder más de un 6% de su valor respecto al cierre del martes, al superar el dólar las 1.760 unidades. La intervención del Banco Central, vendiendo moneda estadounidense, volvió a situar al dólar en el entorno de los 1.690 bolívares.
La inestabilidad política del país, con la patronal y el principal sindicato enfrentados al presidente, ha provocado que la moneda haya perdido un 53% de su valor respecto al dólar desde que se aprobó su libre fluctuación, en febrero de 2002. La oposición inició el pasado 2 de diciembre una huelga nacional con el objetivo de forzar la caída de Chávez o un adelanto de las elecciones.
Contra pronóstico, ambos bloques mantienen sus posiciones después de 45 días de paro, que han afectado básicamente a la estratégica petrolera estatal, PDVSA, cuya aportación representa el 50% del Presupuesto nacional. Los efectos en la economía son devastadores. El Ministerio de Energía ha cifrado en 4.000 millones de dólares (3.790 millones de euros) las pérdidas hasta la fecha de la compañía petrolera y el Ministerio de Economía ha rebajado las previsiones de crecimiento para 2003 del 3,7% a 0%.
El bolívar ha perdido un 28% de su valor respecto al 2 de diciembre y las reservas en divisas del Banco Central han caído 1.700 millones de dólares, casi un 11%, hasta los 14.200 millones de dólares.
Venezuela afronta unos vencimientos de la deuda externa de 76 millones de dólares (71,9 millones de euros) en lo que queda de mes, de 173 millones en febrero (164 millones de euros), 601 millones (570 millones de euros) en marzo y 1.200 millones (1.137 millones de euros) en el segundo trimestre, según ha informado el propio Gobierno.
Referéndum consultivo
La oposición venezolana advirtió ayer que responderá 'contundentemente' si el Tribunal Supremo opta finalmente por suspender la celebración del referéndum consultivo sobre Chávez. La Administración rechaza la legitimidad de la consulta. El Ejecutivo denuncia que dos de los miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE), el que tiene el poder para hacer la convocatoria, reciben instrucciones de la oposición. De hecho, el directivo del CNE Leonardo Pizzani es uno de los principales dirigentes de la Coordinadora Democrática, la plataforma que aglutina a la oposición de Chávez.