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Apuesta

Las empresas frenan los fichajes estrella y optan por promocionar a sus directivos

No están conformes con jubilarse a la edad que les corresponde, creen que su ordenador personal es más importante que una secretaria y aunque quisieran tirar a la basura el teléfono móvil reconocen que no pueden vivir sin él. Son los directivos de la UE retratados por el Business Monitor que la empresa de mensajería rápida UPS elabora anualmente y que ya va por su duodécima edición.

Entre las prácticas empresariales y costumbres laborales en boga, los líderes empresariales reconocen que a la hora de tener que realizar un nombramiento de alto nivel, más de la mitad prefiere la promoción interna que la contratación de ejecutivos fuera de la empresa. Así, en España acudir a la gente 'de la casa' es una práctica seguida en el 64% de los casos. Una proporción muy similar a la de países como Bélgica, Italia u Holanda. Sin embargo, en el caso de Francia o Alemania, parecen tenerle menos miedo a los fichajes estrella.

Al abordar la jubilación, y quizá porque los directivos han hecho toda una carrera y una vida en la misma empresa, menos de un tercio está conforme con la edad a la que tienen que jubilarse. Y, por ejemplo, mientras un 38% de los británicos tiene planes para dejar de trabajar antes de la edad correspondiente, tan sólo un 7% de los españoles comparte esta opinión. El plan preferido (40%) de los directivos españoles para después de la jubilación es seguir trabajando.

Al tiempo, los directivos de todos los países, excepto de España, creen que las empresas deberían permitir a los trabajadores mayores continuar en su puesto después de la edad de jubilación. Una medida que se completaría con medidas de los Gobiernos que no penalizaran esta situación. Sin embargo, en España se considera más importante que las empresas realicen mayores contribuciones a los sistemas de previsión para la jubilación, al tiempo que los Gobiernos deberían incrementar las pensiones estatales.

El Business Monitor, realizado durante septiembre y octubre de 2002 entre directivos de 15.000 empresas con facturación superior a 1.660 millones de euros y una plantilla media de 3.600 personas, no podía pasar por alto el tema de la reputación corporativa.

A la sombra de los escándalos empresariales del pasado año, el esfuerzo de las corporaciones por ser y también parecer éticas ha adquirido especial relevancia. En opinión de los directivos encuestados, contar con estrictos códigos de conducta y hacer lo más transparente posible la información contable son los dos factores que más inciden en la reputación corporativa de la empresa.

Auditores que sólo auditen

Precisamente para asegurar a los accionistas y al público en general que la contabilidad de su empresa es de fiar, cerca de un 60% de los directivos consideran que la adopción de las reglas de contabilidad internacional y el acudir a unos auditores que sólo ofrezcan servicios de auditoría es clave.

La rotación de los auditores y la responsabilidad de los directivos por los errores cometidos también gozan de aceptación para la mitad de los líderes empresariales. Sin embargo, el hecho de que se realicen investigaciones públicas de las cuentas o que los presidentes de las compañías tengan o no opciones sobre acciones es algo que no parece incidir en la buena imagen pública de la contabilidad de una empresa.

Todos los directivos de la UE comparten una agenda muy parecida, plagada de reuniones, comidas de trabajo, viajes, preparación de informes y horas que parece que no dan de sí todos los minutos que tienen. Y su opinión es muy similar a la hora de valorar qué es imprescindible para realizar su trabajo.

De media, el 80% ha adquirido una gran dependencia de su ordenador y, casi para la mitad, el acceso al correo electrónico se ha convertido en imprescindible, casi tanto como el teléfono móvil. Sin embargo, tampoco dudan que estos tres objetos son los primeros que tirarían para vivir con menos estrés. Tomar una buena taza de café, tener una conferencia telefónica o leer la prensa diaria han dejado de ser actividades ligadas a la imagen tópica del profesional de alto nivel. Según la encuesta, es lo más prescindible de todo.

En cuanto a la adicción al trabajo en horas de comida, las diferencias por países son notables. Mientras en España casi nadie (1%) come en su mesa de trabajo y sigue trabajando, esta situación no es extraña para los británicos (36%). No obstante, para la mayoría lo más habitual es almorzar en el comedor de la empresa, salvo en el caso de los españoles. En España, o se come en casa (28%) o con los compañeros (26%). Y en Italia y Alemania a veces ni se come (un 7% reconoce quedarse sin almuerzo). Pese a todo, y según la encuesta, los líderes empresariales de la UE no tienen un mal nivel de felicidad, un 7,51 sobre 10.

Los profesionales no se acostumbran a pensar en euros

Al euro no se acostumbran ni los directivos. Así se desprende de la encuesta de UPS, que revela como un porcentaje importante (33%) de los líderes empresariales prefiere calcular y comparar los costes empresariales en su moneda anterior.Incluso una parte de los alemanes, para quienes la operación de conversión es más sencilla, se aferra al marco. No obstante, son los europeos más familiarizados con el euro junto a los holandeses. Otra cosa es España, donde el 45% de los ejecutivos afirma sentirse más cómodo con la peseta. Habituados o no al euro, en opinión de las empresas, una mayor armonización fiscal y el desarrollo de un estatuto de la empresa comunitaria para multinacionales de la UE son las dos principales políticas del mercado único que más les beneficiarían. Al abordar la ampliación de la UE, los directivos creen que Polonia y la República Checa son los territorios que mostrarán un crecimiento económico más fuerte. Por contra, creen que esta ampliación traerá mayor inflación y desempleo, aunque sin duda habrá mejores perspectivas empresariales. En cuanto a las áreas que en los próximos años presentan atractivas posibilidades de inversión, la encuesta sitúa primeras a Europa Oriental y China. Sin embargo, y dentro ya de la UE, España es, una vez más, la que se espera que tenga un mayor crecimiento económico. Por el lado laboral, las empresas siguen manteniendo sus planes de reducción de empleo. æscaron;nicamente España prevé una modesta mejoría (17% frente al 20% del año anterior). Tanto Bélgica como Alemania tienen perspectivas de empleo todavía peores. Aunque en 2002 todos los países mostraban un gran descenso de resultados, Bélgica y Reino Unido pueden tener cierta recuperación este año. En todo caso, se mantiene el pesimismo económico.

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