Los 'ángeles caídos' aguardan a 2003
Han sido 130 rebajas crediticias las que ha sufrido el mercado de renta fija privada europeo a lo largo de 2002. 130 rebajas de compañías no financieras, hasta superar con creces los descensos de las calificaciones que ya sufriera el sector en 2001. No en vano la inestabilidad económica que está sufriendo Europa ha puesto contra las cuerdas a más de una empresa, disminuyendo ostensiblemente su flujo de caja y presionando la confianza de los inversores en su solvencia. Paralelamente, a partir del segundo semestre del año, las cosas se han puesto todavía más difíciles para el mercado de renta fija privada, al aumentar los diferenciales de los tipos. Europa ha asistido al nacimiento de numerosos ángeles caídos, es decir, aquellas compañías tradicionalmente muy solventes cuya deuda ha ido en aumento hasta provocar rebajas de su calificación crediticia hasta los límites de los bonos basura, e incluso superándolos.
Con respecto a años precedentes, a lo largo de 2002 la contribución de las compañías de telecomunicaciones a las rebajas crediticias ha sido menor. Y ello es debido, en buena medida, a que buena parte de las rebajas y de los impagos en el sector ya se dieron en 2001. Este año el relevo lo han tomado principalmente las compañías eléctricas y de servicios públicos.
¿Qué se puede esperar para el año que viene? Los expertos reconocen que no van a sucederse milagros económicos, pero sí observan el mercado con un cierto optimismo para 2003, que previsiblemente traerá un aumento del ritmo de emisiones, así como un estrechamiento de los diferenciales de la renta fija privada con los bonos estatales. 'La tendencia de disminución de las emisiones de sectores no financieros se ha ralentizado en los últimos dos meses', apuntan en Moody's. 'Aunque esto podría significar el comienzo de una recuperación, el sostenimiento de los crecimientos recientes no está asegurado mientras la confianza del mercado permanezca frágil'. Los expertos de esta agencia de calificación crediticia confían en que el ritmo de nuevas emisiones aumente modestamente en 2003 debido sobre todo a tres factores: una ligera disminución de la aversión al riesgo de los inversores; un crecimiento en el ritmo de fusiones y adquisiciones, y el incremento del valor de los bonos. Asimismo, afirman, el ritmo de emisiones de sectores no financieros ha caído por debajo de la media de los últimos tres años, con lo que es limitada la posibilidad de que siga cayendo mucho más. A ello hay que unir el hecho de que 2002 ha sido el año de las cancelaciones y los aplazamientos de emisiones de renta fija, precisamente dado el mal momento del mercado y la falta de confianza de los inversores.
La opinión a propósito de la recuperación que está por venir es compartida también por los analistas de Goldman Sachs, para quienes se puede ya descartar una doble recesión, con lo que la economía seguirá creciendo.
Asimismo, señalan, en el caso de que dé comienzo un conflicto militar con Irak es descartable que ello produzca un impacto negativo en la economía. Es previsible, además, que la prima de riesgo se vaya reduciendo a medida que se reduzcan las incertidumbres. 'Si prevalece nuestro escenario, estimamos que los diferenciales de los bonos europeos de alto riesgo (high yield, en inglés) caigan hasta la zona de los 700 puntos, frente a su nivel actual en los 868', aseguran.
A pesar de todo, los analistas de Goldman Sachs son conscientes de los riesgos que perviven en Europa. Fundamentalmente, explican, la economía global aún es vulnerable a acontecimientos que podrían devolverla a la recesión. 'Técnicamente todavía esperamos que un número significativo de bonos en Europa sufran rebajas crediticias desde la zona de apto para la inversión a high yield'.
Bonos defensivos
Ante estas expectativas, Goldman Sachs aconseja a los inversores que no incrementen agresivamente su exposición a sectores cíclicos, pues los diferenciales pueden dispararse en caso de una guerra con Irak. Recomiendan, por tanto, bonos más defensivos y menos dependientes de los riesgos geopolíticos, como por ejemplo los sectores de distribución y alimentación y bebidas.
Con todo, los analistas confían en que los diferenciales se estrechen a lo largo 2003, a poco que la economía dé alguna alegría. 'Si se mantiene la predilección de algunos bancos centrales por las rebajas de tipos, el coste de los créditos de las empresas puede caer a lo largo del primer semestre de 2003', apuntan en Moody's. Y al tiempo advierten: 'Sin embargo, con los inversores aún especialmente sensibles a las malas noticias, cualquier caída renovada de las Bolsas, un incremento de las alertas sobre beneficio o una escalada de las incertidumbres geopolíticas podría perfectamente impulsar a los inversores hacia activos seguros, en detrimento de los bonos empresariales.'