Vivendi pone a la venta 3.000 obras de arte
Sotheby's, Christie's y Phillips, de Pury & Luxembourg, las tres principales casas de subastas de Nueva York, están preparando propuestas para vender la colección de 3.000 obras de arte de Vivendi Universal.
Según Carla Caccamise Ash, conservadora de la colección durante 25 años, 'es una colección grande y diversa y no será cuestión de una sola venta'. Ash fue despedida de Vivendi en agosto pasado y contratada como consultora en septiembre para administrar la venta.
La colección está en el edificio Seagram de Park Avenue, Nueva York, e incluye un telón de teatro de más de seis metros de alto pintado por Picasso en 1919, tres tapices de Miró, pinturas de Mark Rothko y fotografías de Margaret Bourke-White, Walker Evans, Jacob Riis y Robert Frank. La portavoz de Vivendi, Anita Larsen, declinó calcular el valor de la colección.
La operación de Vivendi, segunda compañía de medios del mundo, forma parte de un plan para deshacerse de activos por 12.000 millones para 2004 a fin de reducir deuda.
Las obras fueron reunidas por la familia Bronfman, que vendió Seagram a Vivendi hace dos años. Phyllis Lambert, hija del fundador de Seagram, Samuel Bronfman, empezó a coleccionar obras para la sede y las oficinas de la compañía en 1957. 'Es una colección organizada con gran cuidado durante un largo periodo, y sin duda ocupa un lugar importante en el mundo del arte y la arquitectura', explicó David A. Ross, ex director del Museo Whitney de Arte Americano y el Museo de Arte Moderno de San Francisco.
La cortina de Picasso ha estado en el famoso restaurante Four Seasons, situado en el vestíbulo del edificio Seagram, desde fines de los cincuenta, década en la que el arquitecto alemán Ludwig Mies van der Rohe diseñó el inmueble de 38 pisos. 'Si se va, no sólo sería una pérdida para nosotros, sino también para el edificio', dijo Julian Niccolini, uno de los dueños del Four Seasons. 'Cuando uno entra de Park Avenue, lo primero que ve es esta increíble pieza'.
Los vendedores de arte dicen que algunas de las piezas más valiosas son fotografías, que incluyen obras de Lewis Hine y Bernice Abbott. Seagram, que produce y comercializa bebidas destiladas y vinos, también coleccionaba cientos de vasijas que datan de tiempos romanos, incluso piezas de vidrio de Lalique y Tiffany. La compañía tenía una galería que estuvo abierta al público durante 25 años. Cerró el año pasado.