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Vivendi Universal registra los números rojos más altos de una empresa en Francia

Jean-René Fourtou, presidente de Vivendi Universal, no escondió ayer el dramatismo de las cifras de la compañía. '2002 ha sido un año extremadamente difícil para Vivendi Universal. 2003 será un ejercicio de transición y esperamos que en 2004 tengan ya pleno efecto las medidas que estamos tomando'. Los ingresos de la multinacional fueron de 28.729 millones de euros, frente a 27.733 millones de 2001.

Fourtou explicó que las pérdidas netas de Vivendi Universal reflejan el 'enorme esfuerzo de saneamiento al que nos ha obligado el continuo deterioro de los mercados y el valor de algunos de nuestros activos'. Excluyendo estos saneamientos extraordinarios, las pérdidas se habrían situado en 514 millones de euros.

La cifra de 18.400 millones de euros de dotaciones por pérdidas de valor se construye de la siguiente forma: 6.500 millones de euros proceden del deterioro de Vivendi Universal Entertainment, 5.400 millones por Canal Plus, 3.500 millones de Universal Music Group y 1.200 millones de euros adicionales por otros activos.

Con este crudo panorama encima de la mesa, el presidente de Vivendi propondrá en la próxima junta de accionistas de la compañía no repartir dividendo con cargo al ejercicio 2002.

Pero a pesar de haber arrojado las mayores pérdidas de la historia de Francia, superiores incluso a las que el pasado miércoles declaró France Télécom (20.736 millones de euros), no todo fueron ayer malas noticias en el cuartel general de Vivendi Universal.

La deuda neta de la compañía cierra el año con un significativo recorte, situándose en 12.300 millones de euros, frente a los 37.100 millones de diciembre de 2001. El máximo ejecutivo de Vivendi Universal renovó ayer el compromiso de que en este ejercicio no se superarán los 11.000 millones de deuda, después incluso de haber acometido la operación de adquisición del 26% de la operadora de móviles Cegetel por 4.000 millones de euros en enero de este año. Para Fourtou es un objetivo estratégico lograr que la compañía recupere el nivel de calificación de su deuda y abandone la consideración de basura.

La generación de cash-flow se sitúa en 2.600 millones de euros (+115% comparada con la cifra de 2001) y las filiales participadas al 100% mejoran un 18% su cifra de ingresos operativos.

Con todo ello, la empresa se permite dibujar un entorno mucho más positivo para el actual ejercicio. Estima que excluyendo cargos excepciones y amortizaciones del fondo de comercio, volverá a cruzar la frontera de los beneficios. Tarea en la que se verá ayudada por la previsión ya anunciada a finales del año pasado de vender activos por 7.000 millones en 2003 y lograr con desinversiones 16.000 millones a finales de 2004.

Entorno positivo

En este sentido, Fourtou reconoció el interés demostrado por varios grupos para adquirir los activos de ocio estadounidenses de la compañía y aseguró que se está estudiando la mejor opción tanto desde el punto de vista industrial y financiero, aunque declinó dar más detalles hasta que las conversaciones estuvieran cerradas.

En términos de liquidez, Vivendi Universal acabó 2002 con 6.000 millones en la caja, que se han reducido a 4.000 millones en febrero de 2003, tras la compra de Cegetel.

Las acciones del gigante francés anticiparon ayer de alguna forma el dramatismo con el que Vivendi Universal cierra el ejercicio. La cotización de los títulos cayó un 4,3%, situándose en 12,43 euros, pero no reflejan el verdadero impacto de las cuentas, dado que el anuncio de resultados se hizo ya con el mercado cerrado.

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