El impacto económico del 'Prestige'
Fernando González Laxe examina las consecuencias que tendrá la contaminación producida por los vertidos del petrolero 'Prestige' en la costa de Galicia. El autor asegura que incidirá varios años negativamente sobre el PIB gallego
Llevar a cabo una evaluación económica de los impactos derivados del desastre perpetrado sobre las costas gallegas por el buque Prestige nos obliga a reseñar, inicialmente, dos cuestiones de enorme interés. ¿Por qué no existe y se aplica una legislación comunitaria que garantice la salvaguardia de las regiones más sensibles y expuestas a los accidentes marítimos? y ¿por qué las Administraciones son reacias a llevar a cabo medidas y acciones de carácter preventivo y anticipativo cuando la historia reciente está repleta de catástrofes, tales como las del Policommander, Urquiola, Andros Patria, Mar Egeo, Amoco Cádiz, Erika, etcétera? Estas preguntas, sin respuesta, sirven para enmarcar nuestro análisis.
Desde el primer día en que ocurre la tragedia derivada del vertido de fuel por el Prestige, las Administraciones públicas se han distinguido bien por minimizar los impactos y sus consecuencias, afirmando que las repercusiones no son muy relevantes (Administración central), bien por ignorar el suceso y mantenerse alejado de los aconteceres diarios (Comisión Europea), bien por estar a la espera de lo que suceda y posteriormente actuar (Xunta de Galicia y algunos ayuntamientos costeros).
O sea, fueron escasas las instituciones que tomaron conciencia del problema y, por ende, de las consecuencias derivadas del mismo.
A pesar de los antecedentes, pocas instituciones tomaron conciencia del problema desde el primer momento y de sus posibles consecuencias
Esta actitud choca con la ya larga experiencia en las costas gallegas y con la historia ya asumida en las costas españolas y francesas en los últimos dos decenios.
Ahora tenemos que acometer las evaluaciones de los costes y de los daños a la espera de recuperar y volver a la situación anterior al día del accidente. Varios son los análisis de los impactos y las repercusiones.
Repercusiones económicas y comerciales. Se trata de evaluar los daños que ocasiona el vertido del fuel sobre el perímetro costero. Afecta tanto a las actividades extractivas (moluscos, crustáceos y peces de manera preferente); actividades de cultivo (acuicultura, bancos naturales); empresas de industrialización de productos pesqueros; empresas de distribución y comercialización; actividades ligadas directa e indirectamente con las actividades pesqueras hacia atrás -como talleres, astilleros, suministradores, proveedores-, y hacia delante -como restauración y turismo-.
Pero estas actividades y sus repercusiones vinculadas no son la única incidencia directa, sino que debemos ampliar los efectos que causa en el ámbito comercial. La paralización del suministro de especies pesqueras será cubierta, de manera inmediata, por las importaciones y/o sustitución por otras especies y productos que ocuparán a partir de ahora un nuevo hábito de consumo.
Por tanto, estamos ante un doble quebranto, el derivado del cese de actividad (para el que el Gobierno de la Xunta y de la Administración central otorga unas cantidades económicas raquíticas) y el que se pierde en el campo de los mercados competitivos y sustitutivos.
Repercusiones ecológicas. En este apartado es fácil determinar lo que supone el impacto del vertido y el esparcimiento del fuel a lo largo de las costas gallegas. Lo que no es tan fácil de estimar es el tiempo que se calcula para 'volver a la situación de partida'.
Es bien cierto que los ecosistemas se alterarán y las especies podrán escoger otras latitudes y lugares. Lo que sabemos es que el recurso pesquero es móvil, fluctuante e impredecible. O sea, que se desplaza en función de las condiciones y características de los ecosistemas y sus posibilidades de reclutamiento están dependiendo de los mencionados rasgos. En la medida que estos quedaron afectados, lógico será que también tengamos efectos negativos sobre los stocks y, por ende, tardaremos un tiempo en recuperar la situación anterior a la catástrofe. Por tanto, este tema no es baladí y todavía no está contemplado por las Administraciones públicas.
Repercusiones sociales. Los trabajadores en las actividades marítimas y pesqueras son personas con una cualificación especifica que difícilmente se adaptan a nuevos oficios y cualificaciones. Además, las poblaciones costeras que viven y dependen mayoritariamente del mar se ven afectadas de manera directa en estas catástrofes.
Por lo tanto, los efectos sociales son de dos tipos, unos sobre el conjunto de los espacios y territorios costeros y otros sobre los específicos de los profesionales del sector.
Repercusiones de imagen y de marketing. Me refiero a que estas zonas quedan afectadas de manera grave en lo que concierne a sus connotaciones territoriales. En este apartado incluimos los estímulos del reclamo turístico, la imagen de calidad de los productos y sus denominaciones de origen, la capacidad de seducción y atracción de la zona, los niveles de certidumbre y de seguridad medioambiental, la proyección internacional de la región, los esfuerzos del marketing territorial, etcétera.
En este sentido, Galicia asume una pérdida de imagen que es preciso recuperar de manera inmediata para paliar los efectos negativos que influyen en minorar las ventajas competitivas que poseen nuestros productos y en aquellos mercados ya conseguidos.
Como se habrá podido comprobar, este análisis nada se parece al que postula el encargado del Gobierno para este menester, el vicepresidente Mariano Rajoy, que sólo busca atenuar las consecuencias directas e indirectas de la catástrofe y minimizar los efectos sobre una comunidad, la gallega, que es la más importante en materia pesquera de la Unión Europea, en producción y pesca descargada, en barcos, en empleo, en empresas conserveras, en empresas de cultivos marinos, en producción marisquera, en comercio pesquero, en investigación pesquera, etcétera.
O sea, el impacto es alto y su incidencia sobre el PIB será sostenida a lo largo de varios años.