El acceso a los fármacos se convierte en el único avance de la Ronda de Doha
Ya en octubre pasado el director general de la OMC, Supachai Panitchpakdi, advertía del peligro de no cumplir el calendario: 'Se nos avecinan algunos plazos importantes en el curso de los próximos meses, y si dejásemos demasiado para Cancún próxima reunión ministerial, que se celebrará en septiembre de 2003, creo que podríamos correr el peligro de que nuestro cometido de llevar las negociaciones a feliz término sea prácticamente imposible'.
El proteccionismo de EE UU, la falta de propuestas de la UE y Japón y el desencanto de los países en desarrollo no auguran milagros.
El primer plazo a cumplir es diciembre de este año. Para esa fecha los países miembro debían llegar a un consenso sobre el acceso a los fármacos para los países pobres que no pueden producir genéricos. El pasado fin de semana 25 ministros de Comercio, entre ellos los de la UE y EE UU, reunidos en Sidney, llegaron a un principio de acuerdo para flexibilizar la exportación de genéricos, que aún deben aprobar los otros miembros.
'Es muy importante que se llegue a un acuerdo en ese tema, porque si no hay avance ahí los países en desarrollo, que están siendo los más críticos, no van a querer la ronda', afirman fuentes de la OMC.
Pero el plazo de diciembre no es el que más preocupa a los negociadores. El 31 de marzo, sí. Para entonces, los países deben haber acordado la forma en la que dirigirán las negociaciones sobre agricultura y servicios. El primer sector caldeó las negociaciones en Doha y continúa siendo un escollo. Antes del 31 de marzo deben decidirse las modalidades de la negociación, los parámetros para reducir los aranceles, los derechos de aduana y las ayudas.
De los países más influyentes, EE UU ha presentado una propuesta, Japón dijo la semana pasada que la anunciará en breve y la UE espera los movimientos en otros asuntos antes de comprometerse a recortar sus ayudas. Bruselas ha exigido nuevas normas para las denominaciones de origen y el principio de precaución.
De momento, la propuesta de EE UU no ha tenido buena acogida. 'No va a salir adelante porque no la podemos aceptar', afirma Jesús Zorrilla, consejero de agricultura de la delegación europea en la OMC. EE UU propuso en julio eliminar los subsidios a la exportación en cinco años, recortar los aranceles de una media del 62% al 15% y limitar los subsidios que distorsionan el mercado al 5% de la producción.
En opinión de Zorrilla, la propuesta estadounidense 'les permitiría reducir sus ayudas menos de lo que nos toca a nosotros'. Además, la política seguida por la Administración de George Bush desconcierta. 'Es un postura esquizofrénica', apunta Zorrilla. Pese a presumir de ser el país abanderado de la liberalización de los mercados, EE UU aprobó en mayo una ley agrícola que aumentaba un 67% los subsidios a los agricultores.
Por su parte, la UE ha lanzado una propuesta sobre los productos no agrícolas, que recoge la reducción de los aranceles a textiles y calzado hasta un porcentaje muy próximo a cero.
El Consejo General se reunirá en diciembre para analizar la marcha de las negociaciones. Según afirman desde la OMC, éstas se acelerarán justo antes de la fecha pactada como límite. Hasta ahora se esconden cartas que no se mostrarán hasta el último momento.