Las empresas de móvil exigen a Piqué que concrete su plan de reformas
Las operadoras de telefonía móvil españolas con licencia UMTS, Telefónica Móviles, Vodafone, Amena y Xfera, han recibido con agrado la propuesta del Ministerio de Ciencia y Tecnología de rebajar un 85,7%, hasta 1.000 millones de euros, los avales exigidos como garantía del cumplimiento de los compromisos asumidos en el concurso de concesión.
En líneas generales, las operadoras están dispuestas, según fuentes del sector, a aceptar una propuesta que exige a cambio mantener los compromisos de inversión. Sin embargo, las telefónicas exigen al ministro Josep Piqué que pase de las promesas a los hechos y que plasme por escrito su planteamiento.
æpermil;sta será la única forma, explican fuentes cercanas a las compañías, de dibujar un plan general que incluya todas las incertidumbres que quedan por resolver. Y la principal son las antenas, un problema que se acrecienta con la propuesta de Piqué. Mantener los compromisos de inversión significa desplegar cuatro redes paralelas, lo que supone la instalación de unas 30.000 estaciones por operadora. Cada una de las empresas con licencia UMTS prometió invertir más de 6.000 millones y la mayor parte de este desembolso estaba ligada a infraestructuras.
Todo apunta a que las telefónicas compartirán redes en zonas rurales, pero aun así serán necesarias unas 20.000 antenas por compañía, y el éxito en su instalación es algo que no depende de ellas, según las mismas fuentes, sino de los ayuntamientos. Por mucho que el Gobierno haga depender de las antenas la recaudación del IAE, las telefónicas consideran que en estos momentos no tienen garantías suficientes como para asegurar el despliegue de la red. Por ello, exigen que Piqué redacte cuanto antes un programa que dé respuestas a estas incertidumbres.
Pero las operadoras no son las únicas que recelan de las promesas de Piqué a la espera de que se concreten. En Bruselas, la Comisión Europea no ve con buenos ojos los distintos caminos que cada país está adoptando para paliar la crisis del UMTS.
Reticencias de la CE
La CE teme que las discrepancias que dominaron el proceso de concesión de licencias UMTS (subasta, concurso, gratuitas) se repita ahora en la revisión de las condiciones impuestas a las operadoras, fragmentando aún más el mercado y acentuando las ventajas o desventajas competitivas entre los Estados miembros. Bruselas propone un 'diálogo europeo', según explican fuentes del departamento comunitario de Sociedad de la Información, para que los países coordinen sus respuestas a la crítica evolución del sector.
Los cambios en las condiciones de las licencias, de producirse, deben ser 'proporcionales, transparentes y no discriminatorios'. En todo caso, la CE advirtió en su comunicación de junio sobre el despliegue de la tercera generación que 'los cambios en las tasas y exacciones que acompañan a las licencias pueden ser claramente contraproducentes desde un punto de vista empresarial'.
La Comisión estima que la fluctuación en los pagos, como la supresión de los avales que propone Piqué, convierte la proyección del negocio en 'imprevisible', mientras que un aumento de los pagos, como la tasa que creó la ministra Anna Birulés, 'lastra aún más el sector'. La estabilidad es la receta de la Comisión, que advierte que no dispone de poderes para imponerla (las licencias son competencia nacional) pero sí para 'urgir' a los Gobiernos a no adoptar soluciones unilaterales. Los ministros del sector debatirán la posibilidad de una solución conjunta el 5 de diciembre.