Wall Street pone freno a cuatro avances consecutivos
Los mercados estadounidenses pusieron freno ayer al rebote de las cuatro últimas sesiones. Los resultados empresariales volvieron a marcar la tendencia del día y, si bien el lunes las sorpresas positivas alentaron la euforia en las Bolsas, ayer una batería de advertencias sobre beneficios en todo tipo de sectores y unos resultados decepcionantes decantaron la sesión del lado de las pérdidas.
El Nasdaq cayó un 3,9% arrastrado por la debilidad del sector informático y telecos. Un retroceso que mermó significativamente el avance del 15,1% que acumulaba desde el jueves. El Dow Jones, fuertemente azotado por Intel y Coca-Cola, dos empresas emblemáticas que pusieron freno al optimismo de la víspera con sus previsiones cautelosas, perdió el 2,66%.
La deuda, por otra parte, rompió la tendencia habitual de moverse a la inversa que la renta variable, lo que muestra, según algunos expertos, la confusión reinante en el mercado. El bono de referencia a 10 años cayó un 1,1%.
Algunos analistas consideran que la reacción del mercado de ayer es lógica después de cuatro días de fuertes alzas. Otros reconocen que si la corrección a la baja no es excesiva podría reflejar un cambio de tendencia, aunque los más cautos señalan que en definitiva, las alertas sobre beneficios aumentan las dudas económicas y empresariales latentes.
La fuerte volatilidad del mercado refleja la incertidumbre, agravada además por las tensiones bélicas en Oriente Próximo. Las pérdidas de ayer azotaron a todo tipo de sectores y cerca del 90% de las empresas del S&P 500 cayó cuando en las cuatro sesiones precedentes cerca del 95% avanzó.
Intel, una de las empresas más emblemáticas del mercado, fue uno de los principales responsables de inyectar pesimismo. La tecnológica advirtió la víspera al cierre del mercado que no alcanzará las previsiones de beneficio en el último trimestre del año como consecuencia de la debilidad de la demanda.
La noticia puso de manifiesto que lo peor aún no ha pasado y supuso un duro golpe para el sector tecnológico, uno de los más afectados en la sesión. Intel, miembro del Dow Jones y Nasdaq, cedió un 17,98% y se convirtió así en uno de los principales lastres del día. Las firmas de análisis contribuyeron a penalizar el valor. Merrill Lynch, Credit Suisse First Boston y UBS Warburg reaccionaron con rapidez al bajar las estimaciones de beneficio de la compañía. Otras como Bank of America y Salomon Smith Barney revisaron la recomendación.
Novellus, otra representante del sector, perdió el 6,43% tras reconocer la víspera que espera una ralentización del crecimiento. El sector de semiconductores se convirtió en uno de los peores del día y el índice SOX de Filadelfia se dejó el 8,83%.
El sector informático, contagiado, cedió con fuerza. IBM, protagonista al cierre, perdió un 6,1% antes de presentar resultados.
Al contrario que en la sesión precedente, las malas noticias se sucedieron ayer. Motorola (-26%) arrastró el sector de telecos al verse obligada a revisar las previsiones de ventas para este ejercicio y 2003.
Las pérdidas azotaron a todo tipo de compañías. Coca-Cola (-10%), otra encargada de la debilidad del día, acusó fuertes ventas al rebajar sus previsiones para el resto del año. Presentó unos resultados además que no alcanzaron las expectativas. Boeing (-5,54%) también se sumó a la lista. Anunció una caída de beneficios del 43%, en línea con lo esperado.
El sector financiero también estuvo en el punto de mira. JP Morgan ganó un 91% menos en el tercer trimestre, que contrastó con el aumento de beneficios del 23% de su rival Citigroup, conocido el martes. El banco también ahondó en el sentimiento negativo del día al establecer un recorte de plantilla de 2.000 trabajadores. Cayó el 2,31
La automoción tampoco se salvó a la criba generalizada de ayer. General Motors cayó un 7,28% tras una revisión a la baja de Standard & Poor's.
Entre las escasas alegrías del día, destacó la farmacéutica Genzyme. La compañía ganó un 6,1% ayudada por un aumento de beneficios en el tercer trimestre.