El sureste asiático teme los efectos económicos del atentado de Bali
La rupia cayó ayer un 3,8%, hasta cambiarse a 9.345 unidades por dólar, el nivel más bajo en cinco meses, y la Bolsa de Yakarta se contrajo un 10%, registrando el mayor descenso en cuatro años. Fueron las primeras reacciones de los inversores al ataque terrorista que el domingo dejó 187 muertos y más de 300 heridos.
Standard & Poor's ha advertido que el atentado afectará a la economía del país, en particular por la vía del turismo. Ayer mismo, turoperadores europeos cancelaban los viajes con destino a Bali, malas noticias para un país en el que la industria turística aporta el 5% del PIB. Bali recibe el 40% de sus ingresos totales del turismo, que el año pasado fueron de 5.400 millones de dólares (5.450 millones de euros). Unos ocho millones de indonesios trabajan para esta industria.
'Es un desastre. Esto afecta al corazón de la industria turística', afirmó Setyano Sentosa, presidente del Comité de Cultura y Turismo de Indonesia. Bali se distinguía del resto del país por estar aislada de las turbulencias políticas del archipiélago, en el que musulmanes y cristianos viven enfrentados.
La caída de la confianza de los inversores en la estabilidad del país, que parecía mantenerse desde que Megawati Sukarnoputri llegó a la presidencia el año pasado, amenaza con expandirse al resto de la región.
'Es nuestro 11 de septiembre. Vamos a tener problemas por toda la región. No hay un puerto seguro', dice Desmond Soon, inversor de Pacific Asset Management. 'Las monedas se debilitarán porque la gente retirará el dinero de estos países', advierte Mark Farrington, analista de BT Funds Management en Sidney.
Además, Tailandia, Filipinas y otros países se verán afectados por la cancelación de viajes turísticos. El atentado 'afectará al clima de inversión, la gente se siente más y más insegura', afirma Mahatir Mohamad, el primer ministro de Malaisia.
El atentado sucede a varias detenciones recientes de islamistas extremistas en Singapur, Malaisia y Filipinas, que afectan a la confianza de los inversores por la inestabilidad de la zona.
La incertidumbre creada por el atentado de Bali empujó ayer al alza el precio del petróleo. El barril de crudo brent cotizaba a 28,51 dólares, 52 céntimos más que el día anterior, después de una jornada de subidas y bajadas.
El Gobierno indonesio culpa a Al Qaeda
El ministro indonesio de Defensa, Matori Djalil Abdul, culpó ayer del atentado de Bali al presunto responsable de los atentados del 11-S, Osama bin Laden. 'Estoy seguro de que hay relaciones entre Al Qaeda y lo ocurrido en Bali, este incidente me ha convencido de la existencia de Al Qaeda en Indonesia', dijo el ministro en Yakarta. Por la tarde, el presidente de EE UU, George Bush, emitió un comunicado en el que también responsabilizó a Al Qaeda del ataque. Nadie ha reclamado la autoría del atentado en Bali, pero la miras están puestas en el grupo islámico Jemaa Islamía, al que se vincula con Bin Laden. Ayer, la televisión qatarí Al Yazira mostró un comunicado en el que aparecía la firma de Bin Laden y en el que se celebraba los ataques a marines estadounidenses en Kuwait, que dejaron un muerto, y a un buque petrolero francés en Yemen la semana pasada. 'Felicitamos a la nación musulmana por las atrevidas y heroicas operaciones de la Yihad guerra santa que nuestros hijos valientes han conducido en Yemen contra el petrolero francés y en Kuwait contra la ocupación americana', afirma el comunicado. Los ataques contra marines en Kuwait se repitieron ayer cuando hombres armados dispararon militares estadounidenses, según fuentes oficiales kuwaitíes.