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Comercio Exterior

La exportación citrícola a EE UU caerá un 50% pese a la apertura del mercado

Los exportadores de cítricos no son muy optimistas sobre la apertura del mercado de Estados Unidos, no tanto por la confianza en que se desbloqueará el veto en las próximas semanas, sino por lo que hace a los resultados de la campaña que ya ha empezado.

Todas las fuentes consultadas estiman que el volumen de exportación de mandarinas al mercado estadounidense apenas alcanzará el registrado en la campaña 1998-1999, lo que supone rondar las 50.000 toneladas, prácticamente la mitad de lo exportado en la campaña de 2000, y una cifra muy inferior las 120.000 toneladas que se podrían haber alcanzado este año de no haberse cerrado las fronteras el pasado 5 de diciembre por la aparición de larvas vivas de mosca del mediterráneo en los cargamentos españoles.

'Que nadie piense que cuando se abran las fronteras todos los exportadores se van a lanzar a enviar cargamentos a EE UU', explicó Octavio Ramón, presidente del Comité de Gestión de Cítricos, organismo que agrupa a los exportadores españoles. Según Ramón, el sector está preparado para servir los pedidos que lleguen del otro lado del Atlántico, pero matiza que no se puede esperar que se recuperen los índices de las últimas campañas.

Si bien es cierto que las empresas exportadoras han llegado a acuerdos con las navieras para estar preparados ante la inminente reapertura del mercado estadounidense, también existe cierta prudencia arrastrada por la incertidumbre de los últimos meses. Un directivo de una de las empresas exportadoras explicaba que 'las compañías no pueden improvisar, y están enviando ya cargamentos a mercados alternativos, fundamentalmente en Europa'. 'Además, cuando se abran las fronteras de nuevo, ¿quién va a ser el primero que empiece a exportar?', se preguntaba.

Esta incertidumbre se ha trasladado también al precio del producto en el campo, que ha visto bajar el precio de las mandarinas hasta 14 céntimos de euro, un 50% menos que el año pasado, especialmente en la variedad más temprana, la llamada marisol. El motivo del descenso es que esta clase de cítrico se vendía en su totalidad en el mercado estadounidense, ya que el mercado europeo prefiere otro tipo de mandarinas.

Entre la palabra de Rato y el silencio de Aznar

 

 

 

 

El sector citrícola vive unos días extraños. Las 'semanas decisivas' se van acumulando en el calendario sin que de momento se hayan recibido noticias de Estados Unidos, más allá del compromiso de que el Departamento de Agricultura estadounidense levantará el veto 'en los próximos días'. Lo dijo el vicepresidente Rodrigo Rato la semana pasada, pero un alto cargo del sector en Valencia esperaba que el presidente del Gobierno, José María Aznar, les hiciese algún guiño, aprovechando su estancia de varios días en la Comunidad Valenciana con motivo de la cumbre hispano-portuguesa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No fue así, y las semanas van cayendo. Unas semanas, las de principio de octubre, en las que los almacenes citrícolas empiezan a engrasar su maquinaria y los envíos salen ya hacia muchos destinos, pero no a Estados Unidos.

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