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Conflicto Irak

La OMC minimiza los efectos económicos de una guerra en Irak

El director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Supachai Panitchpakdi, afirmó ayer que el impacto en el comercio mundial de una posible guerra en Irak sería escaso. 'Lo peor que le podría suceder al comercio mundial sería una ligera presión inflacionaria y cierta desaceleración, pero no creo que realmente pueda socavar todo el proceso', declaró Supachai en Bruselas.

El responsable de la OMC reconoció que una guerra en el golfo Pérsico 'tendría implicaciones en las fluctuaciones de los tipos de cambio y podría incrementar el coste de los seguros y el transporte'. Sin embargo, Supachai considera que la prioridad para el comercio mundial es 'mantener el estricto marco de reglas mundial' y 'progresar' en la apertura global de los mercados.

No es la primera vez que un alto responsable internacional minimiza los efectos de la temida guerra que la Casa Blanca prepara para derribar al líder iraquí, Sadam Husein. El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Köhler, afirmó hace semanas que una guerra breve y efectiva contra Irak 'tendría efectos beneficiosos para la economía', ya que aclararía un panorama incierto. Los expertos del petróleo creen que el precio del barril bajará en cuanto estalle la guerra, al despejarse las incertidumbres sobre el papel que jugarán los principales exportadores de petróleo, concentrados en la región.

Precisamente Irán y Kuwait instaron ayer a Irak a que permita el regreso inmediato de los inspectores de armas de la ONU, expulsados por Bagdad a finales de 1998. Ayer concluyeron en Viena las conversaciones técnicas entre expertos de Naciones Unidas y representantes iraquíes, auspiciadas por la Agencia Internacional de Energía Atómica. El jefe de inspectores de armas químicas y biológicas, Hans Blix, confirmó que se había llegado a un acuerdo para la vuelta de los observadores: 'Irak acepta todos los derechos de los inspectores'. Se espera que la misión de la ONU comience en dos semanas.

A pesar de las negociaciones, el presidente de EE UU, George Bush, mantiene su línea dura. Bush señaló ayer que no aceptará ninguna resolución de 'compromiso' en el Congreso estadounidense que le 'ate' las manos para atacar a Bagdad. 'No aceptaré algo que permita a Sadam Husein seguir mintiendo y engañando al mundo'. Una portavoz de Naciones Unidas señaló ayer que EE UU podría presentar hoy un borrador de resolución que permita a la Casa Blanca utilizar 'todos los medios posibles' para garantizar que Irak cumple los mandatos de la ONU.

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