Los cazadores de gangas mantienen una actitud distante con las Bolsas
El banquero JP Morgan dejó huella con la máxima de que 'hay que comprar Bolsa cuando la sangre corre por las calles'.
Recuerdos tan despiadados vienen a colación en las últimas semanas por el tremendismo de la caída de los mercados y las comparaciones impertinentes que se leen y escuchan por parte de agitadores famosos. Todos, en definitiva, tratan de adelantarse a los acontecimientos y de buscar el punto de inflexión, que es el que marcará, inexorablemente, el final de la caída y el comienzo de la etapa de vacas gordas. Muy pocos, sin embargo, se atreven a poner el cascabel al gato, porque todos están esperando al viejo banquero.
JP Morgan, claro está, descansa en paz, pero hay una pléyade de reconocidos cazadores de gangas que han heredado su sabiduría. Y éstos no se mueven, siguen sin ver atractivos los precios, o mejor dicho, las Bolsas en su conjunto.
En las tertulias se divaga sobre la dificultad extrema que entraña la coyuntura bursátil actual como si las cosas de la Bolsa hubieran resultado fáciles alguna vez. Ahí reside uno de los grandes problemas, en la denominada bull generation (generación que sólo ha conocido el alza) y que, eso sí, ha estado descorchando botellas de champán durante cinco años de alzas continuadas.
No aparecen los discípulos de JP Morgan, porque lo que es susceptible de empeorar siempre empeora. La crisis actual de las Bolsas es de valoraciones. Las europeas han corregido con celeridad y han ajustado sus multiplicadores (PER) hasta promedios históricos. Puede afirmarse, por tanto, que están correctamente valoradas. Significa que el riesgo bajista está cada vez más limitado, pero no preconiza reajustes alcistas prolongados.
Las Bolsas de Estados Unidos, más influyentes, más ricas y capitalizadas y grandes receptoras de capital extranjero, al menos hasta ahora, siguen montadas en el globo, porque los ajustes de las cotizaciones han sido muy inferiores a los que han experimentado las cuentas de resultados.
A ningún experto le sorprende, así, que en cualquier momento Wall Street corrija, como mal menor, un 25% para adecuarse a la realidad. Por eso, entre otras cosas, como la guerra EE UU-Irak, los cazadores no aparecen.
Al FMI también le preocupa EE UU
Aunque a un ritmo más lento de lo esperado, crece el número de gestores, inversores, analistas y observadores que sitúan a la economía y a los mercados estadounidenses en el ojo del huracán.Las recetas que los grandes organismos internacionales ofrecen a los países emergentes son hoy más válidas que nunca para Estados Unidos. El propio Fondo Monetario Internacional acaba de reconocerlo. En su último informe señala que la recuperación de la economía global se enfrenta a nuevos riesgos por el 'deslizamiento de las acciones estadounidenses, una pérdida de confianza resultante de los escándalos corporativos y la amenaza de un aumento de los precios del petróleo'. Al FMI le preocupa la dependencia de EE UU que experimenta la economía mundial y advierte, otra gran novedad de este organismo, de la excesiva fortaleza del dólar. 'A pesar del reciente debilitamiento del dólar, la sobrevaluación de la moneda estadounidense no fue corregida por completo'', señala el informe emitido por el Fondo Monetario Internacional el miércoles.