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Balance

El beneficio de las cajas cae el 9% afectado por la Bolsa y las dotaciones de La Caixa

Las dotaciones extraordinarias realizadas por La Caixa para cubrir los saneamientos de sus participadas, Telefónica y Repsol, arrastraron en el primer semestre del año los resultados del conjunto del sector de cajas de ahorros, cuyo beneficio atribuido se situó en 1.937,7 millones de euros, un 9% menos que un año antes. La caja catalana tuvo que dotar 221 millones de euros por el 3,6% que controla en el capital de la operadora de telecomunicaciones y 120 millones por su 12,5% en Repsol. Sumados, resultan 341 millones de euros apuntados íntegramente en la partida de extraordinarios del primer semestre de La Caixa, que han pesado como una losa en los resultados globales.

Así, frente a unos extraordinarios positivos en el primer semestre de 2001 por importe de 128 millones de euros, las cajas registraron hasta junio de 2002 resultados negativos por importe de 212 millones. La diferencia son los 340 millones que se imputan a La Caixa.

Sin contar con este efecto, el beneficio antes de impuestos del sector hubiera crecido un 6,3%, en vez de registrar un descenso del 5,6%, según la cuenta de resultados difundida ayer por la CECA.

Además del impacto de estos fondos específicos, el derrumbe de la Bolsa provocó una caída del 64,2% en los ingresos por operaciones financieras como consecuencia de las provisiones realizadas por las minusvalías en las carteras de valores. Hay que recordar que la Bolsa registró en junio el peor semestre desde 1990.

Pero si se excluyen estos atípicos y el foco del análisis se proyecta sobre el negocio más recurrente, lo cierto es que las cajas vivieron todavía un semestre positivo en términos de actividad y rentabilidad, a pesar de la desaceleración económica y la tendencia descendente de los tipos de interés. Lo refleja un crecimiento del margen de intermediación todavía por encima del 10% y un crecimiento del 7,3% de los ingresos por comisiones a pesar del estancamiento de las procedentes de fondos de inversión y pensiones y compraventas de valores. Como consecuencia, el margen básico aumentó un 9,8%.

A partir de esta rúbrica, empiezan la influencia negativa de la Bolsa y la reducción de márgenes en la cascada de resultados. La fuerte caída de los ingresos por operaciones financieras limitó al 4,8% el crecimiento del margen ordinario y el margen de explotación creció sólo un 2, 3% tras considerar un aumento del 6,6% en los gastos de explotación. Este avance de los gastos no resulta preocupante (es la mitad de lo que crece el balance), pero el hecho de que crezcan por encima del margen ordinario impidió un mayor aumento del de explotación.

En cualquier caso, las cajas exhiben tasas de rentabilidad modestas en relación con trimestres anteriores. La actividad, sin embargo, se sostiene en niveles muy parecidos e incluso mejores que en los últimos meses.

La inversión superó en el primer semestre los 401.000 millones de euros, con un crecimiento del 8,8% sobre diciembre y del 14,4% sobre junio de 2001. El crédito se situó por primera vez por encima de los 300.000 millones, con una subida del 9,4% sobre diciembre y del 15,1% sobre junio. En el pasivo, los recursos crecieron un 14% en un año y un 7,5% en el semestre, hasta los 375.566 millones.

En el crédito, la tasa de variación es aún mejor con datos hasta el mes de agosto, con un incremento del 17,2% respecto al mismo mes del año anterior. La captación de recursos se desacelera un poco, con una tasa de variación del 13,2%.

Tanto en activo como en pasivo las tasas interanuales son mejores que las registradas por la banca en el mismo periodo, lo que permitió a las entidades de ahorro seguir ganando cuota de mercado. A juzgar por esta evolución, no parece, por tanto, que la presión competitiva de BBVA y SCH afecte todavía al negocio de las entidades de ahorro.

Al finalizar el mes de julio, las cajas tenían el 43,64% de la cuota de mercado de inversión (créditos y cartera de valores), tras una ganancia en siete meses de 1,79 puntos. En lo que se refiere sólo a créditos con clientes, las cajas absorben ya el 45,34% del mercado, acortando distancias con la banca que lidera el mercado con un 49,68%. En la cartera de valores, las cajas tienen el 38,84%, tras ganar 1,89 puntos, pero este aumento de cuota se debe más a las ventas realizadas por los bancos para generar plusvalías que a operaciones destacables por parte de las cajas.

En cuanto a los recursos, estas entidades aumentaron la cuota de mercado de enero a julio en 1,45 puntos, hasta el 46,45%, con lo que se sitúan casi en el nivel de la banca (46,63%), aunque ésta siguió perdiendo terreno, al ceder 1,53 puntos en ese periodo.

Ley Financiera, más cerca del consenso

 

 

 

 

 

 

 

 

El portavoz de Economía del Grupo Popular en el Congreso, Vicente Martínez-Pujalte, aseguró ayer que el paso por el Senado de la Ley Financiera, que entrará en vigor en noviembre, permitirá limar asperezas entre los partidos. La reforma de las cajas nacerá, por tanto, con mayor consenso del previsto cuando en junio se terminó la tramitación del proyecto en el Congreso. Martínez-Pujalte aseguró que se han eliminado las posibles objeciones de ciertos sectores a la posibilidad de que las cuotas participativas deriven algún día en derechos políticos para sus suscriptores, al impedir la representación de los cuota partícipes en los órganos de gobierno.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Asimismo, destacó que tras pactar con el grupo catalán que las normas relativas a los órganos de gobierno de las cajas no tengan carácter básico, y por tanto los Gobiernos autonómicos puedan regular a su gusto, se pone fin a las posibles resistencias autonómicas a la ley por invasión de competencias. Portavoces de CiU se felicitaban recientemente de haber logrado recuperar la competencia en temas como el establecimiento de un tope de edad para los consejeros, sin definir cómo regulará su gobierno. De eso depende el futuro del presidente de La Caixa, Josep Vilarasau.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El único aspecto de fricción entre los partidos, sobre todo con el PSOE, sigue siendo, no obstante, la limitación al 50% de la representación política en los órganos de gobierno de estas entidades.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuentes del sector destacan también los pasos dados en favor del consenso porque 'lo importante es que salga una ley de cajas del Estado español y no de un partido'. 'Nos satisface lo que va a salir del Senado, porque no supone un trágala para nadie y, por tanto, no va a ser cuestionado duramente por nadie, lo que garantiza una mayor estabilidad en el sector'.

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