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Política

Zapatero promete una oposición más exigente para ganar en 2004

La movilización registrada en la huelga del pasado 20 de junio, el resultado del debate del estado de la nación y el cambio de tendencia de las encuestas marcan, en opinión del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, un antes y un después en el ciclo político que otorga a su partido capacidad para disputar la mayoría al PP. Así lo expuso ayer ante el comité federal socialista en la apertura del proceso de elecciones primarias que le aupará a la candidatura a la presidencia del Gobierno justo en vísperas del 20 aniversario del histórico triunfo del PSOE de octubre de 1982.

Zapatero prometió recorrer la nueva etapa que se abre hasta las legislativas de 2004 aplicando una oposición 'más exigente', cada vez más apegada a los problemas comunes: inseguridad ciudadana, acceso a la vivienda, precariedad laboral, violencia doméstica y llegada incontrolada de inmigrantes.

El líder del PSOE fue advertido en el comité federal del riesgo que corre de dejarse atrapar por un discurso político centrado en el conflicto vasco, algo que siempre favorecería al Gobierno por ser el que ha tomado la iniciativa en la ilegalización de Batasuna, en clara competencia con el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. Zapatero, que de forma consciente eludió el problema vasco en su discurso inicial, precisó que éste seguirá teniendo la consideración de política de Estado sin restar margen de maniobra a una oposición cada vez más severa, que no perderá la actual sintonía con el movimiento sindical. La iniciativa popular trasladada por UGT al Parlamento para dar estabilidad al empleo será apoyada por el PSOE.

Iniciativas parlamentarias

Entre las iniciativas que los socialistas llevarán al Congreso en las próximas semanas figura una ley de prevención del fracaso escolar, una norma integral sobre la violencia de género, otra para regular la responsabilidad social de las empresas, un plan de vivienda, el estatuto para los trabajadores autónomos, una ley de ordenación de las ayudas agrarias y la propuesta de cierre de la central nuclear de Zorita.

Según el análisis de Zapatero, el Gobierno desconoce 'hacia dónde dirige al país', genera inseguridad y pierde la confianza ciudadana debido a una política 'antisocial, autoritaria y antigua'. Aznar, dijo, aplica 'la política más de derechas que se ha practicado desde el inicio de la democracia'. En la reunión hubo una alusión crítica a la boda de la hija del presidente, procedente del extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

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