Valencia estrena la urbanización bioclimática
Si todas las viviendas se construyesen en sentido norte-sur, bajaría el gasto en aire acondicionado. Lo dice el promotor valenciano Miguel Díez, responsable de una de las primeras promociones bioclimáticas a gran escala en España, que pretende demostrar que es posible construir casas ecológicas a precios razonables. 'Lo que encarece la vivienda es el precio del suelo y la mano de obra', advierte.
La promotora MD, a través de su filial Casas Bioclimáticas, ha apostado por los diseños del arquitecto Luis de Garrido, todo un especialista en materia bioclimática, que ansiaba ver en pie un proyecto de grandes proporciones. Paredes de 32 centímetros de espesor, ausencia de materiales como aluminio, PVC y pinturas al plástico, aprovechamiento de las condiciones ambientales y mucha zona verde, incluso en el techo de las casas, son algunas de sus características.
La empresa construirá 129 viviendas en Massalfassar, a 10 kilómetros de Valencia, en una zona donde predomina la huerta. La inversión será de 15 millones de euros y el precio medio por vivienda será de 140.000 euros.
El efecto ecológico se consigue con la orientación norte-sur y gruesas paredes, que mantienen la temperatura interior de la casa
'El efecto bioclimático se consigue con la orientación norte-sur, con paredes gruesas, corrientes de aire a través de ventilaciones cruzadas, grandes ventanas y parasoles', explica Miguel Díez. Las paredes constan de pintura vegetal, yeso, termoarcilla, cáñamo, una cámara de aire, ladrillo, mortero y pintura mineral. Según Díez, 'el cerramiento es transpirable en todos sus elementos y el resultado es una pared como la que tenían nuestros abuelos, que mantiene el fresco'.
El fresco es el que entrará por las exclusas situadas en el ala norte. El objetivo es reducir al mínimo el gasto en aire acondicionado y en calefacción, gracias a los grandes ventanales dispuestos para recoger el calor del sol solamente en invierno, cuando en el sur alcanza una menor altura, y al aislamiento, que en el tejado constará de una capa de 40 centímetros de tierra para cultivar plantas herbáceas.
Las casas tendrán placas solares para el circuito de agua caliente e instalación para contratar la tarifa nocturna de electricidad. Cada una tendrá un terreno para cultivar o para un jardín.
Aunque la bioclimática va ganando adeptos en España, Miguel Díez cree que el sector de la construcción 'ha evolucionado muy poco y es reacio a engancharse a las nuevas tecnologías'. Pone como ejemplo el escaso desarrollo de la construcción industrializada, es decir, la fabricación industrial de módulos, fachadas y cerramientos. 'Existe desde hace años y supone un ahorro importante en materiales y mano de obra, pero aquí estamos muy acostumbrados a poner, uno por uno, cada ladrillo y no hay confianza en los avances', explica.
El responsable de Casas Bioclimáticas cree que tampoco hay evolución en la utilización de materiales inocuos y no contaminantes. 'Uno de los pilares de la arquitectura debería ser la salud, y creo que la sensibilización de la sociedad va por ese camino'. Para demostrar que la ecología no está reñida con el progreso, la promoción de MD incorpora un sistema de control domótico para la gestión informática de todas las instalaciones y para el ahorro energético.