Vacaciones de salud
Agua, burbujas, saunas y masajes para cuidar el cuerpo. El termalismo es una práctica milenaria de plena vigencia, ideal para relajarse en el verano
No hace falta estar enfermo para ir a un balneario. Durante años, el uso y disfrute de una estación termal se asociaba a personas de una cierta edad aquejadas de males relacionados con la vejez, a enfermos crónicos, a lugares un tanto decimonónicos y aburridos. Pero nada más lejos de la realidad. La balnetoterapia ha evolucionado mucho en los últimos años, y sin perder su razón de ser, se ha ido adaptando a las nuevas necesidades y requerimientos de la sociedad actual, al tiempo que se dotaba de instalaciones más atrayentes desde el punto de vista turístico. Los 128 balnearios existentes en nuestro país registraron 670.000 clientes en 2001, un 12% más que el año anterior, y unos ingresos de algo más de 144 millones de euros.
El termalismo, es decir, la acción terapéutica de las aguas minero-medicinales en el organismo, se conoce desde hace más de 2.000 años. Griegos, árabes y sobre todo romanos dejaron numerosas muestras del arraigo de esta práctica en su cultura (las famosas termas de Tito y Caracalla, donde podían ser atendidas simultáneamente 3.000 personas, eran fastuosos complejos de piscinas, baños, estufas o salas de masaje). Precisamente el balneario murciano de Archena o el pacense de Ajange surgen durante la dominación romana. España es el balneario de Europa por la calidad, variedad y cantidad de aguas minero-medicinales, de las que existen catalogadas más de 2.000 fuentes.
Terapia y ocio
Los balnearios sirven para tratar dolencias y prevenirlas, pero también para descansar y relajarse, ponerse en forma, seguir tratamientos antiestrés, curas de belleza, adelgazar o dejar de fumar, estando en contacto con la naturaleza, pero con la posibilidad de optar por alternativas culturales y turísticas, practicar el golf, la equitación, pescar o navegar, eligiendo entre las múltiples instalaciones hoteleras (90 a pie de manantial) que contemplan ofertas de toda índole: alojamientos sencillos y económicos o magníficos hoteles de cuatro y cinco estrellas.
En cualquier caso, la razón de ser de un establecimiento termal radica en las propiedades de sus aguas, que según su composición (ferruginosas, radiactivas, sulfatadas, bicarbonatadas, sulfuradas o cloruradas) ejercen un determinado efecto para el organismo. El servicio médico es el encargado de establecer los tratamientos y curas termales indicados para cada caso, prescribiendo las prácticas a seguir. Las aguas minero-medicinales se administran de forma interna, es decir, bebiéndolas (la cura hidropónica), o de forma externa, y es aquí en donde cabe el mayor tipo de prácticas balnearias.
Baños de burbujas, maniluvios y pediluvios (contrastes frío-calor en manos y pies), piscinas termales, hidromasajes, chorros subacuáticos dentro de la bañera, chorros a presión en todo el cuerpo o determinadas zonas (según distintas técnicas), duchas de todo tipo (circulares, filiformes, escocesas, Vichy...) en las que el agua sale con diferentes presiones y caudal, estufas de vapor, saunas, baños turcos, se conjugan con aerosoles, inhalaciones, pulverizaciones y lavados, sin olvidar la masoterapia, o lo que es lo mismo, el masaje (bajo ducha, de relajación o neurosedante, deportivo, de drenaje linfático y un largo etcétera) y la fisioterapia en múltiples facetas (electroterapia, cinesiterapia -movilizaciones dirigidas por el fisioterapeuta en sala o en el agua-, ultrasonoterapia, termoterapia...). Y, por supuesto, los tratamientos con barros, lodos y agua, los llamados peloides.
Desde hace unos años se oye cada vez más una palabra asociada a menudo a grandes y lujosas instalaciones hosteleras: el Spa, un concepto anglosajón que define un establecimiento en el que se realizan tratamientos diversos con agua, aunque ésta no posea las características terapéuticas de las minero-medicinales, ya que se efectúan con agua corriente mezclada con otros elementos. Posiblemente uno de los más novedosos es el Wine Spa del Hotel Golf Perelada, inaugurado en octubre de 2001. Aquí se desarrollan terapias basadas en derivados de la uva (mostos, fangos de vino, aceites de semillas de uva, extractos de uva roja y pasa, levaduras...), cuyas propiedades se han experimentado con éxito en California y Francia.
Hoteles para disfrutar y cuidarse
Gran Hotel Balneario Puente Viesgo ****. Puente Viesgo (Cantabria). Tel. 942 598 061
Tratamientos médicos, de belleza y relajación. Circuitos diarios (sin necesidad de alojamiento) diseñados a medida: 60 euros. Circuito termarium: 64,31 euros. Circuito antiestrés de aromaterapia: 94,46 euros. Tratamientos semanales (facial, celulitis, antiestrés,...): entre 200 y 500 euros. Habitación doble (sin balnetoterapia): 136,43 euros por persona. Campo de golf, equitación, tenis, piscina, excursiones turísticas y centro termal.
Gran Hotel La Toja ***** Isla de La Toja (Pontevedra). Tel. 986 803 204 Programas terapéuticos y estéticos. Antiestrés tres noches: 523,78 euros por persona (habitación doble y desayuno). Adelgazamiento seis noches: 1.431 euros por persona (habitación doble y pensión completa). Tratamientos médicos 10 noches: 2607 euros por persona (habitación doble y media pensión). El hotel dispone de canchas de padel y tenis, piscina olímpica, casino y campo de golf en las inmediaciones, además de las instalaciones del balneario y el club termal.
Hotel Medical-Spa Incosol ****. Marbella (Málaga). Tel. 952 860 900
Programas de salud, belleza y descanso. Que me mimen, programa de adelgazamiento y belleza, siete días: 1.263 euros por persona (en habitación doble y media pensión, con green fee en campos de golf y acceso libre a saunas, jacuzzis, etc.). Antiestrés siete días: 1.575 euros por persona. Intensivo belleza, dos días: 544 euros por persona (habitación doble y media pensión). Tratamiento de control de diabetes, 14 días: 2.548 euros (pensión completa). En el hotel, jardines subtropicales, centro de congresos, club privado de playa, animación, alquiler de vehículos, club de tenis y club de golf Río Real.
Hotel Termes Montbrió ****. Montbrió del Camp (Tarragona). Tel. 977 814 000
Tratamientos terapéuticos, de belleza y relajación. Espacio lúdico termal. Cirugía plástica y estética. Acuatonic (tres piscinas y dos jacuzzis gigantes, grutas termales y zona de descanso con sillones de mármol caliente): 22 euros por persona y día. Programa de dos días: entre 389 y 509 euros por persona (habitación doble y desayuno). Programa relajación global, cinco días: 1.328,35 euros por persona (habitación doble y media pensión). Programa balnetoterapia, siete días: 1.725,55 euros por persona (media pensión). Resort con un jardín centenario de especies botánicas exóticas, con estanque, centro termal, gimnasio, jacuzzi. tres campos de golf en los alrededores.
Hotel Golf Perelada Wine Spa *****. Perelada (Girona). Tel. 972 538 830
Tratamientos de belleza y salud con derivados de uva. Circuito termal fin de semana: 176-235 euros. tres tratamientos Balneum o Baccus: 86 euros. (con terapia manual: 98-127 euros). Circuito termal privado: 126 euros. Green fee 18 hoyos: 45 euros. Los precios no incluyen el alojamiento (habitación doble y desayuno: 176-433 euros por persona y día, con uso de instalaciones del circuito Wine Spa gratuitas). 30% de descuento en tratamientos a clientes del hotel. El centro cuenta con piscina exterior y jardín, campo y escuela de golf, alquiler de bicicletas. Boutique de golf y boutique del centro wine spa, menú wine spa y vitis bar. En las inmediaciones, casino, escuela de equitación, práctica de deportes náuticos y pesca.