Sin problemas de cobertura
Las empresas que ofrecen esta modalidad buscan negocio en el sector público, la marina y los transportes
Un fin de semana en una casa rural o en un cámping de cualquier rincón de España es sinónimo de olvidarse del mundanal ruido. Tanto, que hasta el teléfono móvil podría sucumbir a unos días de descanso. Y es que aún son muchas las áreas sin cobertura en España, a pesar de que los operadores señalan que han cubierto, hace ya muchos meses, el mapa español con sus antenas y estaciones, y de que el Gobierno asegura que las antenas de telefonía móvil abarcan el 99% del país. Aun así, el problema no irá más lejos de un par de días con el teléfono apagado. ¿Pero qué sucede con las empresas y entidades públicas que operan en estas zonas de sombra a diario? Ellos dependen del teléfono, del correo electrónico y cuando sus operarios salen de la central lo hacen de ciertos dispositivos que garantizan la comunicación en zonas de sombra.
Así, numerosas entidades han encontrado su solución en GlobalcommINSA, pequeña empresa especializada en comunicación vía satélite y distribuidora en España de los sistemas Orbcomm y Globalstar.
El primero, Orbcomm, ofrece un servicio de mensajería bidireccional, similar al correo electrónico, con cobertura mundial. Está basado en una red de 35 satélites de órbita baja (775 kilómetros) que permite la localización, comunicación a través de texto y seguimiento del usuario. El último en adaptarlo ha sido la Comunidad de Madrid, para la localización de sus vehículos en los incendios forestales. El hecho es que la Consejería de Medio Ambiente cuenta con 50 vehículos todo terreno y motobombas cuya localización en caso de incendio era prácticamente imposible.
Globalstar e Iridium, los principales proveedores en España, pasan por momentos de crisis ante la escasa captación de clientes
GlobalcommINSA destaca la facilidad de instalación de los dispositivos Orbcomm y el hecho de que ofrezca cobertura en zonas forestales, donde no funcionan ni los sistemas de radio ni la telefonía GSM por falta de la infraestructura necesaria. 'A diferencia de otros sistemas vía satélite, se trata de una alternativa muy sencilla, fácil de instalar y de mantener. Además, su coste es reducido', señala su director general, Efrén Yániz. En el caso de la Comunidad de Madrid, al igual que a la Confederación Hidrográfica del Júcar o a la compañía de transportes navarra Hermanos Royo, GlobalcommINSA proporcionó los equipos Orbcomm y el servicio de comunicaciones. Uno de estos aparatos cuesta entre 500 y 600 euros y el coste mensual por su uso no suele superar los 25 euros.
La principal limitación de Orbcomm es que no facilita servicios de voz. En caso de que éste fuera necesario en un área sin cobertura GSM, la solución sería ir equipado con un teléfono móvil vía satélite. Bastante más caro para el usuario, los proveedores también han tenido que afrontar cuantiosas inversiones que no se corresponden con el entusiasmo de los potenciales clientes. De hecho, dos de los principales proveedores, Iridium y Globastar, pasan o han pasado momentos complicados.
La voz, más cara que los mensajes
Globalstar entró en España en 2000 y está prácticamente en quiebra desde diciembre del año pasado: 'Apenas se gestionan altas y te puedes quedar sin servicio el día menos pensado', comentan en una tienda madrileña. El funcionamiento de su sistema es muy similar al de la telefonía GSM, pero sin problemas de cobertura. En este caso son 48 los satélites de órbita baja situados a 1.414 kilómetros de la tierra los que facilitan el servicio. Se precisan estaciones terrestres (puntos de interconexión con la constelación de satélites Globalstar que están instalados en Italia y Marruecos) y unos terminales telefónicos algo aparatosos (Telit Sat 550 o Ericsson r 290 por un precio que va de los 1.200 a los 1.800 euros). æpermil;stos son compatibles con GSM y sólo se conectan vía satélite en caso de que sea necesario.
'El problema para Globalstar, empresa propietaria del sistema, es la fuerte inversión que debe realizar y lo difícil que es popularizar este tipo de soluciones', explica Efrén Yániz. GlobalcommINSA también comercializa este sistema y lo hará próximamente con los de Iridium. 'Se trata de un negocio dirigido sobre todo al mundo de la marina, la seguridad o el periodismo', dice Yániz.
Globalstar cubre América, Europa, Australia y la mayor parte de Asia. También el Atlántico Norte, el Mediterráneo y 200 millas mar adentro en las costas de los países cubiertos. Cuenta con unos 60.000 usuarios en Estados Unidos y 2.000 en España. El precio de la llamada ronda entre los 1,5 euros y los cuatro euros por minuto, dependiendo del lugar de origen y el destino de la comunicación.
En cuanto a Iridium, proyecto encabezado en un primer momento por Motorola, ha pasado serias dificultades. Ahora en manos de Boeing y tras firmar un importante acuerdo con el Departamento de Defensa de Estados Unidos, parece tomar fuerza. Su base son los 68 satélites de órbita baja que ofrecen cobertura en casi todo el mundo. El único terminal compatible es el Motorola 9505 (1.923 euros+IVA). El representante de Iridium en España es Fibertel (902 123 660), donde se obtiene abundante información. En este caso la cuota de alta es de 50 euros, existe una tasa mensual de 22 euros y el coste de las llamadas oscila entre los 0,86 (llamada entre dos terminales Iridium) y los 9,5 euros (comunicación con otros sistemas vía satélite).
En tercer lugar, un solo satélite cubre Europa, el norte de África, Oriente Próximo y la mayoría del continente Asiático para un tercer operador, Thuraya. El coste de las llamadas a un teléfono convencional es de un euro por minuto si la comunicación no sale de Europa, y de 0,8 euros si se realiza entre terminales compatibles con el servicio Thuraya. Los teléfonos cuestan unos 1.500 euros y son fabricados por Satel, Ascom, Hughes, etcétera. En España el distribuidor es Satlink (91 327 21 31). El consorcio que fundó Thuraya tiene sede en los Emiratos Árabes Unidos.
El 1% del territorio queda incomunicado
La cobertura del servicio de telefonía móvil depende de la potencia de emisión de los celulares y de su capacidad para alcanzar las estaciones base. La potencia emitida por las citadas estaciones es limitada y por ello están repartidas por toda España.
Entre los reclamos publicitarios de Telefónica MoviStar hay uno que dice que 'ningún operador español de telefonía móvil te permitirá estar mejor comunicado'. Esta compañía garantiza la cobertura en un 99% del país.
Vodafone habla en términos de clientes y asegura que ofrece una cobertura que llega al 98,5 % de los españoles. En cuanto a Amena, su red propia alcanza al 99% de la población española.
Poder hablar en túneles o en el metro
Microestaciones base, estaciones móviles (camiones con una estación base) o la cobertura vía satélite permiten a Telefónica Móviles prestar servicio en los túneles del Negrón (Asturias), el estadio Bernabéu, los aparcamientos barceloneses SABA o en el buque Ciudad de Valencia de Trasmediterránea que enlaza la península con Baleares.
Además, en zonas concretas como las islas Canarias, islas Baleares, la costa levantina y la Costa Brava, Telefónica Móviles ofrece cobertura marítima varias millas mar adentro.
Por su parte, Amena tiene 150 puntos especiales de cobertura entre los que se encuentran el Metro de Bilbao y Valencia, la línea de AVE a Sevilla, el túnel de Guadarrama (Madrid), el del Pando (Asturias) y las líneas de ferrocarril de Cataluña.
Y Vodafone estima que garantiza la comunicación en 500 puntos complicados. Entre ellos están el Metro de Barcelona y Bilbao, el edificio del Grupo Prisa en Tres Cantos (Madrid) o los aparcamientos de las calles Jacinto Benavente y Marqués de Salamanca, ambos de Madrid.