Bruselas inicia la reforma para agilizar sus instituciones
La reforma del funcionamiento de las instituciones comunitarias ocupó ayer parte de la jornada de los líderes europeos. El secretario general de la UE, Javier Solana, presentó ante los Quince su propuesta para agilizar la actividad de reuniones como la de Sevilla.
Dos sillas por delegación en la sala de reuniones o la limitación estricta de las agendas de trabajo figuran entre las iniciativas que se adoptarán para mejorar la efectividad de los consejos europeos. Las sesiones de trabajo, que a partir de 2004 se celebrarán siempre en Bruselas, poniendo fin a citas megalómanas como la de este fin de semana, deberán durar un solo día, precedidas por una cena informal 'y en confianza' de los líderes europeos. El contacto personal en esas veladas debe tejer los compromisos que al día siguiente se ratificarán formalmente a partir de una agenda trillada por los ministros de cada ramo.
El ministro de Exteriores, Josep Piqué, reconoció ayer que existen aún posiciones encontradas sobre la reforma institucional de la UE. 'En una Europa ampliada, el mantenimiento de la regla de unanimidad va a ser cada vez más difícil, pero también está el principio de igualdad entre los Estados miembros'. España ha propuesto que el Consejo pueda debatir sobre orientaciones políticas sin que sea necesaria la unanimidad, una idea que el propio Piqué califica como 'provocativa' y que seguramente será rechazada. Tampoco está resuelta la cuestión de si el Consejo de Asuntos Generales se escinde en dos, pero sí hay consenso 'sobre la necesidad de distinguir claramente los aspectos de coordinación europeos y los de política exterior'.