La banca nipona aflora 67.000 millones por los créditos morosos
Los principales bancos japoneses se apuntarán como pérdidas en sus balances del año fiscal cerrado el pasado 31 de marzo 7,8 billones de yenes (67.000 millones de euros), según recoge el informe de la Agencia de Servicios Financieros publicado ayer. El informe aumenta así 1,9 billones de yenes (16.340 millones de euros) las pérdidas previstas el pasado septiembre por los propios bancos.
El informe de la Agencia recalifica a 34 deudores de un total de 149 empresas inspeccionadas, a cuyos créditos, que totalizan 3,7 billones de yenes (31.800 millones de euros) pone en la categoría de créditos con riesgo de bancarrota.
La Agencia inició las inspecciones el 29 de octubre del año pasado para ofrecer un informe objetivo de la situación de la banca japonesa, uno de los lastres de la economía nipona, que vive la tercera recesión en una década. El informe final es el resultado de las inspecciones realizadas a los 13 bancos principales y a 149 empresas que tienen contratados créditos con ellos, cuya finalidad era 'asegurar una clasificación apropiada de deudores, así como el nivel suficiente de afloramiento y aprovisionamiento' en la banca, como dice la agencia gubernamental.
El incremento de esta partida en las cuentas de los principales bancos afectará a sus resultados y se espera que las cuatro mayores entidades (el Mizuho, el Tokio-Mitsubishi, la Unión Financiera de Japón y el Sumitomo Mitsui) cierren en números rojos.
El Mizuho, el mayor banco mundial por activos, anunció ayer que cerrará el año fiscal cerrado el pasado 31 de marzo con 1,01 billones de yenes (8686 millones de euros) de pérdidas, un 40% más que lo previsto anteriormente.
Quiebras empresariales
El aumento de los créditos incobrables, que según las estimaciones de septiembre alcanzan los 36,8 billones de yenes (427.000 millones de euros), se debe, sobre todo, a la quiebra de las empresas. Según informó ayer el instituto privado Teikoku Data Bank, las bancarrotas empresariales aumentaron un 5,9% en 2001 como consecuencia de la recesión. El pasivo dejado por las 20.052 empresas quebradas totalizó 16,14 billones de yenes (138.800 millones de euros), un 37,9% menos que las deudas dejadas por la empresas declaradas en quiebra en 2000.
El Banco de Japón (BOJ), por su parte, mejoró su valoración de la economía en el informe de abril, gracias a las exportaciones. El BOJ mantiene que la 'economía se está deteriorando, pero a un ritmo más moderado', utilizando un lenguaje algo más optimista que en marzo.