España, absuelta de violar la libertad de expresión de un funcionario
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó ayer que España no violó el derecho a la libertad de expresión en el caso de un inspector del Banco de España despedido hace cuatro años tras denunciar irregularidades.
El inspector había pedido a la justicia europea que obligara al Banco de España a readmitirle con una indemnización en concepto de daños y perjuicios. En su sentencia, el tribunal señala que las autoridades españolas 'pusieron en la balanza, en virtud del derecho nacional, los intereses en conflicto para concluir' que el funcionario 'había sobrepasado los límites aceptables del derecho a la crítica'.
La sentencia estima, por ello, que la decisión de la justicia española de dar la razón al Banco de España no es 'arbitraria' y que las autoridades españolas 'no han sobrepasado los límites de la apreciación al sancionar al demandante'. El funcionario fue sancionado por el Banco de España en 1993 y 1998. El ex inspector redactó una carta en 1997 dirigida al subdirector general del Banco de España denunciando irregularidades en la tramitación de su primera sanción y poco después fue despedido.
Posteriormente, presentó un recurso ante un tribunal administrativo español, el cual sentenció que se habían cometido irregularidades en la tramitación de su expediente sancionador y dictaminó la anulación del despido, pero la entidad emisora recurrió esa decisión y ganó en apelación ante el Tribunal Constitucional.
En la audiencia, el representante del Estado español afirmó que la misiva del demandante contenía 'injurias inadmisibles, constitutivas de ofensa, contra sus jefes, sus iguales y sus subalternos, ya que acusa a todos de haber ocultado documentación y falsificado documentos públicos y privados'. El funcionario afirmó, por su parte, que el contenido de su carta era 'conforme a la verdad' y que los términos juzgados ofensivos fueron sacados del contexto e interpretados de forma inadecuada.