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Informe

El bajo crecimiento de los países en desarrollo impide frenar la pobreza

La economía de los países en desarrollo crecerá un 3,2% este año y se acelerará hasta el 5% en 2003, según el último informe del Banco Mundial. Sin embargo, la institución alerta de que la persistente debilidad de la cotización de las materias primas impedirá que los países más desfavorecidos alcancen 'las tasas de crecimiento necesarias para cumplir el objetivo internacional de reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de la población que vive en la pobreza extrema'.

Ante la perspectiva de recuperación económica internacional, la entidad multilateral insta a los países en desarrollo a aumentar la asistencia. Actualmente, sólo seis países donantes han logrado alcanzar o superar el objetivo de destinar el 0,7% del PIB para ayuda al desarrollo. España, por ejemplo, sólo aporta el 0,24% del PIB. La asistencia al desarrollo ha ido decreciendo desde el final de la guerra fría, de manera que en 2001 la aportación en dólares ajustados a la inflación fue un 20% inferior a la de 1990.

El economista jefe del Banco, Nick Stern, señala que la cumbre del desarrollo, que se celebrará la próxima semana en Monterrey (México), 'brinda a los países ricos la oportunidad de mostrar su respaldo a los países más pobres, abriendo sus mercados y aumentando la ayuda que prestan'. El Banco Mundial señala también que 'la apertura de los mercados de los países ricos a las exportaciones de los países en desarrollo, incluso de productos agropecuarios y textiles, es un elemento esencial en la colaboración en aras al desarrollo'.

La crisis económica mundial ha provocado una fuerte contracción en la demanda de materias primas, principal fuente de financiación de los emergentes. El golpe es doble, ya que la reducción de la demanda ha depreciado la cotización de los productos.

Las convulsiones de los mercados de capitales también han pesado sobre los países más necesitados de financiación externa. El acceso a los mercados de capital se ha reducido sustancialmente por la creciente incertidumbre entre los inversores y la escasa disposición a asumir riesgos. La inversión directa extranjera, con 168.000 millones de dólares (190.900 millones de euros), fue la fuente más estable de ingresos para las economías emergentes.

Liderazgo asiático

El Banco Mundial espera que el este asiático lidere la recuperación en el mundo en desarrollo, dadas las buenas expectativas del mercado global de bienes de alta tecnología, se espera un crecimiento del 5,2% para la región.

En América Latina, los desequilibrios políticos y sus repercusiones en la financiación externa en países como Argentina y Venezuela, así como las elecciones en Bolivia, Brasil, Colombia y Ecuador, harán que el crecimiento no sea sincronizado y que alcance unas tasas de sólo el 0,5% en este año.

Las duras condiciones que atraviesa África harán que el continente siga alejándose del desarrollo. Para 2002 se espera una contracción del 2,7%, que podría agravarse en años sucesivos. Respecto a la economía mundial, se espera que el crecimiento se acelere hasta llegar al 3,6% en 2003.

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