El Ibex retrocede el 1,94% y vuelve al nivel del 8.000
Encadena el segundo retroceso consecutivo, presionado por los valores tecnológicos
El Ibex encadenó el segundo retroceso consecutivo ayer, en una sesión de transición, a la espera de la decisión de la Reserva Federal tras el cierre de los mercados europeos. El sentimiento negativo suscitado por casos como el de Enron, Tyco o Williams dominó en Europa pese a la sorprendente mejora del PIB en Estados Unidos. El Ibex perdió el 1,94% y quedó a 20 puntos de perder el nivel técnico y psicológico del 8.000.
La fuerte caída de Wall Street la víspera, unida a un creciente temor a prácticas irregulares contables en Estados Unidos, desató las ventas en Europa desde los primeros compases del día.
El buen dato del PIB en Estados Unidos templó algo los ánimos a mediodía. La economía estadounidense creció un 0,2% en el cuarto trimestre de 2001, cuando la mayoría de los expertos pronosticaba una caída entre el 0,7% y el 1%. El aparente fin de la recesión en Estados Unidos, sin embargo, no pudo sacar a los mercados europeos del terreno negativo.
El inesperado crecimiento de la economía en EE UU provocó, en un principio, que las Bolsas recortasen las pérdidas de la mañana, pero la inestabilidad de los mercados estadounidenses en su apertura hizo poco por mantener la atención de los inversores.
La expectativa suscitada por la reunión de la Reserva Federal, y en especial por el sesgo que justifique la decisión -los expertos pronosticaron que Alan Greenspan mantendría los tipos de interés en el 1,75%-, marcó la tónica dominante durante la jornada. 'Es un día de transición y ha predominado la cautela. Veremos mañana', señalaba Susana García, de Gaesco Bolsa.
Los valores tecnológicos, los medios de comunicación y las aseguradoras fueron los sectores más azotados en Europa. Un comportamiento que quedó reflejado también en la Bolsa española. Así, TPI (-4,01%), Telefónica (-4,12%), Sogecable (-2,35%), Prisa (-3,74%) y Amadeus (-3,13%) fueron los valores más castigados del Ibex ayer.
Cae la banca
La gran banca fue la otra gran perdedora del día. BBVA cedió el 1,57% tras decepcionar al mercado con sus resultados. Anunció un aumento de beneficios del 5,9% hasta 2.363 millones de euros, una cifra mucho peor de lo esperado por los expertos. Société Générale reaccionó a las cuentas con un recorte mínimo del precio objetivo del valor. Eso sí, mantuvo la recomendación de compra. SCH tampoco se salvó de las pérdidas y se dejó el 2,04%.
En el polo opuesto, Altadis (+3,61%), Gas Natural (+3,16%) y Red Eléctrica (+2,1%) fueron las mejores del día.
En la sesión de ayer se intercambiaron títulos equivalentes a 2.001,162 millones de euros. El volumen de negocio fue superior al de las dos sesiones precedentes y en línea con los 2.000 millones de euros de promedio de la semana pasada.
La española, la peor
El retroceso de la Bolsa española fue, a su vez, superior al del resto de los mercados europeos. El Ibex perdió el 1,94% frente a una caída del 1,54% del Cac parisino o retrocesos del 0,64% y del 0,82% para el Dax alemán y el Footsie británico, respectivamente.
El estratega de Morgan Stanley en Londres Richard Davidson aseguraba ayer que 'habrá un rebote en términos de beneficios en Europa en el segundo semestre del año'. Estas palabras hicieron poco por calmar las ansias de los inversores europeos.
Las banca europea también cedió con fuerza mientras aumentaban los temores a la alta exposición del sector a la deuda de las telecos, el caso Enron y Argentina. ABN Amro cayó el 3%, y Deutsche Bank, un 3,48%.
Las telecos continuaron a la baja. France Télécom se dejó el 5,15% ante el temor a que Eon ejercite una opción de compra que le obliga a comprar 1.000 millones de dólares en acciones de Orange. KPN, por su parte, cedió el 4,25% tras anunciar una ampliación de capital para hacerse con el 22% que posee Bellsouth en la operadora de telefonía alemana E-Plus.
Las irregularidades contables también llegan a Europa. Uno de los retrocesos más sonados fue para Elan. La biotecnológica irlandesa perdió el 27% en Londres después de que el diario Wall Street Journal publicara que los expertos cuestionan sus prácticas.