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Eslovaquia

En la antesala de la UE

Los eslovacos cada vez están más cerca de ver convertido en realidad el sueño de ser miembros de pleno derecho en la futura ampliación de la Unión Europea (UE) a 10 países en el año 2004. De entre todo los posibles candidatos, Eslovaquia es uno de los alumnos más aventajados. En este sentido, el informe de seguimiento de la Comisión Europea sobre este país, realizado el año pasado, resalta que Eslovaquia ha mantenido la estabilidad en las principales magnitudes de su economía, en especial, con un buen progreso en la privatización bancaria, un proceso que está muy cerca ya de completarse. Además, el control de la inflación por parte del Gobierno eslovaco ha permitido al banco central de este país poner en marcha en pasado año una relajación de la política monetaria. Las alabanzas se dirigen también al proceso de reestructuración y privatización implantado en sectores como el eléctrico y el gasístico.

La reestructuración y privatización de empresas estatales, la promoción del sector privado frente al público y el crecimiento de la economía, que se ha vuelto a acelerar gracias a la austeridad implantada en 1999 -con un incremento del 2,9% en la primera mitad del año pasado-, son algunos de los puntos positivos con los que cuenta Eslovaquia frente a otros países candidatos. Pero a pesar de estos avances, Eslovaquia tiene todavía una serie de puntos negros a suprimir en su economía. Las altas tasas de desempleo es uno de los principales. Ha pasado del 16,2% de la población activa en 1999 al 19,2% en el segundo trimestre de 2001. El número de parados menores de 25 años alcanza al 35,2% del total de desempleados. Por sexos, los parados alcanzan una tasa del 19,5% y las paradas del 18,6%. Las causas de estos malos datos se deben, por un lado, a la reestructuración empresarial y, por otro, a las deficiencias intrínsecas de su mercado laboral.

Deberes pendientes

La Comisión considera que Eslovaquia ha realizado muchas de las reformas necesarias para establecer una economía de mercado, aunque necesita introducir todavía más transparencia en los mercados. La reducción de la inflación es uno de los grandes avances de la economía eslovaca. Frente al 8,4% alcanzada en el año 2000, en septiembre del año pasado la cifra ya se había rebajado al 7,4%. Una de las causas de la estabilización de las principales líneas macroeconómicas se encuentra en la estricta disciplina fiscal aplicada en los últimos años por el Gobierno eslovaco, que también se ha apretado el cinturón limitando el déficit público al 3,4% para este año, con el objetivo de ir reduciéndolo cada año hasta alcanzar el 2% en el 2005.

A pesar de los esfuerzos realizados, la Comisión considera que Eslovaquia tiene que hacer todavía algunos deberes. Así, por ejemplo, la política fiscal es aún demasiado expansiva, por lo que recomienda la puesta en marcha de medidas que ayuden a la consolidación presupuestaria. Además, critica el hecho de que existen aún demasiadas trabas burocráticas que obstaculizan el acceso a la financiación de nuevas empresas, sobre todo para las pymes. Asimismo resalta que el sector no financiero está en estado embrionario y pide reformas en el sistema de protección social.

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