Rato aprecia signos de recuperación que garantizan el déficit cero
El Gobierno confía en que la recuperación de la economía española se produzca en el segundo semestre de 2002 e, incluso, cree que en el último trimestre de este año ya hay algunos indicios de cambio de tendencia.
El vicepresidente económico, Rodrigo Rato, acudió ayer al Congreso a explicar la actualización del programa de estabilidad (2001-2005) de España enviado a Bruselas, que contempla la rebaja del crecimiento del PIB previsto, del 2,9% al 2,4%.
Rato reconoció que la economía mundial se encuentra "en la mayor desaceleración de los últimos 30 años, sin que nadie dude ya de que se está afrontando una crisis, sincronizada, a nivel internacional". No obstante, el vicepresidente lanzó una nota de optimismo sobre la economía española, recalcando que será capaz de crecer por encima de la media comunitaria, aún en época de desaceleración, y cifrando su recuperación en el segundo semestre de 2002. Incluso indicó que existen "indicios" en el último trimestre de este año para ser optimistas.
"El consumo de gasóleo A ha crecido un 17% en octubre y el de gasolina, un 11%, rompiendo la tendencia negativa de los últimos meses; la producción industrial ha aumentado un 1% en el mismo periodo después de varios descensos consecutivos; el crédito a las familias se ha elevado un 14% en septiembre, y el gasto de los consumidores en las grandes superficies comerciales se ha disparado un 10% en la primera semana de diciembre", agregó en la Comisión de Economía del Congreso.
"En estos momentos, no existen datos que indiquen que estamos ante una intensa desaceleración y los mercados de deuda a largo plazo atisban la recuperación en los próximos meses", dijo. En su opinión, la mejor receta para atajar la desaceleración es seguir apostando por el equilibrio presupuestario, "que está asegurado ya para 2001", y renunciar a aumentos del gasto público (en el periodo 2002-2005 esta partida se situará en el 39% del PIB frente al 45% de los años noventa), salvo la propia desviación de los llamados estabilizadores automáticos (incrementos de gasto social como consecuencia del menor empleo), "que serán utilizados si hace falta, como aconseja la Comisión Europea". Rato señaló que el Gobierno seguirá manteniendo el objetivo de equilibrio fiscal a pesar de haber rebajado el crecimiento previsto, gracias a que la estimación de ingresos "se hizo con gran holgura". Además, resaltó que esta holgura ha podido ensancharse gracias a las reducciones de tipos de interés, por las que el Tesoro se ahorrará en menor servicio de la deuda 225.000 millones de pesetas este año y 100.000 millones en 2002.
Presión fiscal
El vicepresidente dijo que hay margen incluso para llevar a cabo la reforma del IRPF el próximo año, que supondrá una mejora en el trato del ahorro familiar y una rebaja de la presión tributaria de dos décimas en 2003 y una décima adicional en 2004. Rato animó también a sindicatos y empresarios a mantener la moderación salarial como clave para garantizar la competitividad y ayudar a la recuperación de la economía.
Desde el PSOE, el portavoz de Economía, Jordi Sevilla, recriminó a Rato su "excesivo" optimismo sobre la economía española, preguntándole irónicamente si consideraba también como estabilizador automático la subida de los impuestos especiales prevista para 2002.
Sevilla pidió al Gobierno que retire la subida de impuestos (hidrocarburos, alcoholes, módulos, IVA), revise las cifras de los Presupuestos y retire la enmienda presentada en el Senado por la que se obliga a todas las comunidades a aceptar el traspaso sanitario propuesto por Hacienda para ser incluidas en el nuevo modelo de financiación autonómica.
También solicitó la supresión del impuesto de actividades económicas (IAE), anunciada hace dos años por el Gobierno, pero sin concretar fechas.