Aznar impulsará reformas en la UE para evitar su "esclerosis"
El presidente del Gobierno, José María Aznar, quiere aprovechar la presidencia española de la UE, que se inicia el 1 de enero, para abordar las reformas estructurales pendientes. Liberalizar e integrar las redes de transporte, los mercados energéticos y financieros, así como el trabajo y la educación, serán los ejes de esta política, que persigue combatir la "esclerosis" del proyecto europeo.
Liberalizar, privatizar e integrar. Esas son las tres recetas que el presidente del Gobierno, José María Aznar, quiere aplicar durante el semestre de presidencia española de la UE, a partir del 1 de enero de 2002. El objetivo de estas medidas, según el presidente español, es "dejar atrás los días de esclerosis" y que el espíritu europeo renazca en Barcelona. La capital catalana albergará en marzo del próximo año el Consejo de Primavera de la Unión.
Según explicó Aznar, la presidencia española de la Unión se centrará en cinco prioridades: la interconexión y la apertura de las redes europeas de transportes y de los mercados energéticos, la integración de los mercados financieros, la flexibilización de los mercados de trabajo para fomentar la movilidad entre países y el desarrollo de sistemas de educación integrados. El presidente del Gobierno considera necesario dar luz verde al espacio único europeo antes de 2004; alcanzar un acuerdo de apertura completa de los mercados de gas y electricidad, tanto para empresas como para consumidores, e impulsar la integración de los mercados de valores en 2003.
En cuanto al empleo, Aznar se mostró partidario de revisar la estrategia de la cumbre de Luxemburgo "y plantearnos nuevas metas", con el objetivo de crear 20 millones de nuevos empleos en Europa en 10 años y conseguir un mercado laboral integrado.
El presidente del Ejecutivo reconoció que la desaceleración económica puede servir de excusa para los partidarios de posponer unas reformas que considera "inaplazables". Aznar advirtió de los riesgos de caer en esa tentación, así como de alejarse del Pacto de Estabilidad. En su opinión, "el temor a las reestructuraciones empresariales, a los cambios en el mercado de trabajo o a la adaptación a las nuevas tecnologías" pueden llevar a la "parálisis" o al "conformismo". Si se abordan las reformas necesarias, "aunque no lo ha conseguido todavía, Europa puede llegar a convertirse en motor de la economía mundial", añadió.
El presidente del Gobierno avanzó estas propuestas en la inauguración de un seminario sobre Europa organizado por el IESE. La presencia de Aznar no era casual, sino que obedecía al interés del Gobierno en contrarrestar el último informe del Círculo de Economía, en el que se denunciaba el creciente centralismo del poder económico.
Desde Madrid, el vicepresidente económico, Rodrigo Rato, insistió ayer en la necesidad de que "todos" los socios comunitarios apuesten por políticas de estabilidad económica y presupuestaria y por más reformas que permitan a la UE un crecimiento sostenido en el tiempo. "Sería un gran error, que retrasaría la recuperación, incurrir en un mayor gasto público para apoyar la demanda", dijo. Rato recalcó que España seguirá creciendo más que la media de la UE, tanto este año como el que viene, a pesar de la desaceleración.