_
_
_
_
INTERNACIONAL

Putin y Bush buscan diseñar un nuevo sistema de defensa mundial

Los ataques del 11 de septiembre también han cambiado las relaciones entre Estados Unidos y Rusia. El presidente Vladimir Putin llega hoy a Washington para discutir con su homólogo estadounidense, George Bush, sobre el nuevo sistema de defensa mundial, en un clima de mayor acercamiento entre ambos países.

Diversos expertos en relaciones internacionales coinciden en afirmar que el nuevo estado de las relaciones entre EE UU y Rusia se caracteriza por la mayor interdependencia de ambos países.

"Por primera vez en muchos años Estados Unidos necesita a Rusia más de lo que Rusia necesita a Estados Unidos", resume Fiona Hill del Instituto internacional Brookings.

La campaña militar contra Afganistán lanzada por EE UU tras los atentados del 11-S han puesto de manifiesto la importancia de Rusia como potencia internacional, especialmente en Asia central. Tras los atentados, Rusia puso de inmediato a disposición de EE UU sus fuerzas y sus bases cerca de la zona.

Asimismo ha devuelto a Washington la visión de que su estatus de única superpotencia hace aún más crucial la cooperación con la comunidad internacional y la urgencia de abandonar su política de unilateralismo.

Más allá de la situación coyuntural, la crisis mundial abierta tras los atentados contra Nueva York y Washington ha puesto de manifiesto la necesidad de buscar el consenso entre las principales potencias en materia de control armamentístico, los sistemas de defensa y el nuevo orden de seguridad mundial.

Esos serán los principales aspectos que Bush y Putin tratarán durante las reuniones que mantendrán hasta el próximo jueves y que intercalarán con una reunión privada de ambas familias en el rancho de Bush en Tejas.

Putin llega a Washington con una importante cambio de posiciones bajo el brazo. La semana pasada el Kremlin anunció su disposición a aceptar el nuevo escudo antimisiles que prepara EE UU después de meses de confrontación por este tema. Previamente, Washington había anunciado el aplazamiento de las próximas pruebas del sistema, previstas para este mes, que en sí mismas suponían una violación del Tratado de Misiles Antibalístico (ABM, por sus siglas en inglés) de 1972.

Un gran paso sin duda en el acercamiento entre ambas potencias y una nueva clave en sus relaciones: es la flexibilidad. El decisivo cambio experimentado entre EE UU y Rusia tiene, como contrapartida, el compromiso de Washington para apoyar la integración de Moscú en la Organización Mundial del Comercio (OMC), secundado por la Unión Europea, y diversos compromisos de inversión económica y de cooperación en proyectos petrolíferos en Asia central. EE UU ha anunciado que retirará la cláusula legal de 1974 que vincula los acuerdos comerciales a la política de inmigración de Moscú.

Dificultades

Pero no todo son parabienes entre ambos Estados. Las posibilidades de llegar a un acuerdo en materia de reducción de armas nucleares parece bastante remota en esta reunión, según han asegurado los propios oficiales de la Casa Blanca. El Pentágono considera que las necesidades defensivas de Estados Unidos implican una reducción de unas 7.000 cabezas nucleares. Rusia, por el contrario, desea mantener su alto potencial nuclear y quiere reducir la destrucción a unas 1.500 armas.

Asimismo, las relaciones de Rusia con dos de los enemigos estadounidenses, Irán e Irak, suscita los recelos de Washington. Moscú e Irán trabajan conjuntamente en la construcción de una central nuclear en Teherán. Además, Moscú rechaza la propuesta de EE UU y Reino Unido para modificar el régimen de sanciones impuesto a Irak desde la guerra del Golfo y aboga, junto a China, por su supresión definitiva.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_