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Las cajas invierten 212.058 millones en renta variable en seis meses

Las cajas de ahorros han invertido sólo en los seis primeros meses del año 212.058 millones de pesetas en ampliar su cartera de participaciones estables, lo que supone un crecimiento del 11,63% sobre finales del año pasado. Esta expansión de su cartera industrial se produce en una época de caída de la Bolsa. Han sido las cajas medianas las que más han incrementado su cartera porcentualmente.

Las cajas de ahorros han aprovechado los bajos precios de las empresas que cotizan en Bolsa para aumentar sus posiciones en empresas que consideran estratégicas para su negocio o región de origen.

De hecho, de enero a junio pasados las cajas han aumentado sus participaciones estables un 11,63%, hasta contabilizar 2,035 billones de pesetas. Esta cifra supone que en seis meses han invertido 212.058 millones de pesetas.

Destacan los aumentos producidos por las cajas medianas, que han encontrado en las participaciones estables una fórmula para diversificar su negocio y así obtener unos beneficios que pueden compensar la menor entrada de ingresos vía comisiones y por la compraventa de valores de renta variable (trading).

La ralentización del negocio típico, como la concesión de créditos o el ahorro en épocas como la actual, con una cada vez más clara desaceleración económica, también es compensada por estas entidades por los dividendos y beneficios por puesta en equivalencia que les aportan sus inversiones empresariales de carácter estable.

Así, cajas como la Kutxa, Caixanova, Caja España, Bancaja o la Caja del Mediterráneo (CAM) han incrementado su cartera de participaciones estables por encima del 30% en seis meses.

De éstas destaca el aumento de la caja alicantina, que con 27.029 millones de pesetas ha experimentado un crecimiento del 64,39%. Su más directa rival, Bancaja, también ha apostado por entrar en el capital de las empresas de forma estable, al pasar de los 21.658 millones al cierre del ejercicio pasado a los 32.775 millones registrados en junio pasado, es decir, un 51,33% más. Ambas cajas están dado los primeros pasos para crear un grupo en que se aglutinen todas sus participaciones, algo que cuenta con el beneplácito del presidente de la Generalitat valenciana, Eduardo Zaplana. De hecho, se considera que éste es un primer paso para su fusión.

La idea de ambas cajas, y compartida por Zaplana, es invertir en sectores que consideran estratégicos para la comunidad valenciana, como el ocio, el sector energético o eléctrico. Su proyecto es adquirir poco a poco participaciones que les permitan entrar en los consejos de las entidades. Estas pretensiones explican también que tanto la CAM como Bancaja sean las cajas que están experimentando una mayor apuesta por invertir en renta variable (ver cuadro). Y es que una vez superado el 3% del capital de una empresa que cotiza, esta participación pasa a la cartera de participaciones estables.

La Kutxa también ha aumentado su cartera industrial considerablemente: un 62,75%, aunque su cartera está aún muy lejos de alcanzar las cifras de su rival, la BBK, que cuenta con una cartera estable de 173.306 millones, tras realizar un pequeño traspaso de la partida de renta variable a estable.

Pero la caja por excelencia que lleva más años apostando por formar un gran grupo empresarial es La Caixa. Esta caja, que tiene el segundo grupo industrial más importante de España tras el BBVA, ha aumentado su cartera estable 152.556 millones. En este periodo ha invertido 90.000 millones en la compra de un 2,3% de Repsol, donde ya controla el 12,1%. Ha adquirido el 30% de Panrico por 21.000 millones y ha pasado del 1% al 3% en el banco brasileño Itaú, con una inversión de 35.000 millones.

Caja Madrid también ha subido un 10,3% su cartera estable, y un 21%, sus inversiones en renta variable, que pueden pasar a estables.

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